Honeywell destituye a su presidente, tras el veto a la fusión con GE
El veto de la Comisión Europea a la fusión de General Electric (GE) y Honeywell se ha cobrado ya la primera víctima. El consejo de administración de Honeywell International destituyó ayer al presidente y primer ejecutivo de la compañía, Michael Bonsignore, reemplazándolo por el ex presidente de AlliedSignal, Lawrence Bossidy.
"Honeywell defendió el cambio del máximo ejecutivo como una forma de buscar aumentar el valor de la empresa para los accionistas.
Honeywell, cuyos productos van desde equipos electrónicos para aviones hasta sistemas de seguridad para hogares, dijo que sus beneficios previstos para el segundo semestre se situarán en una banda de entre 103,8 pesetas (0,62 euros) y 107,8 pesetas (0,65 euros) por acción, excluyendo cargos extraordinarios. Esos resultados están en la parte baja de las proyecciones de los analistas.
Bossidy, de 66 años, fue brevemente el presidente de Honeywell en 1999, cuando la compañía fue adquirida por AlliedSignal. Poco después entregó las riendas de la multinacional a Bonsignore. AlliedSignal adoptó el nombre Honeywell después de esta operación.
La Comisión Europea bloqueó el pasado martes la propuesta de adquisición de Honeywell por parte General Electric. La Comisión dijo que el acuerdo propuesto habría creado o fortalecido posiciones dominantes en varios mercados y que las desinversiones propuestas por General Electric para superar los obstáculos sobre la competencia fueron insuficientes.
Las dos compañías disponen ahora de un plazo de dos meses para apelar la decisión de las autoridades de la competencia de la Unión Europea, informaron ayer en fuentes comunitarias. Este plazo se iniciará tras la notificación oficial a las compañías de la decisión de la Comisión, adoptada ayer.
Si los grupos deciden recurrir a los tribunales, tanto en conjunto como por separado, deberán dirigirse al Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea en Luxemburgo. Este órgano puede destinar "de varios meses a un año" para dictaminar sobre un eventual recurso.
Por su parte, Amelia Torres, portavoz de Mario Monti, aseguró ayer que el comisario europeo de la Competencia confía en que continúe en el futuro la "excelente relación" que ha mantenido con las autoridades de defensa de la Competencia de Estados Unidos.
Washington sí había autorizado la concentración, y el caso adquirió relevancia política, hasta el punto de que, ante los rumores de que Monti la prohibiría, el propio presidente estadounidense, George W. Bush, mostró su preocupación.
Torres admitió que la decisión de vetar la fusión fue "poco común, si se compara con los 10 años de buena cooperación con las autoridades de Competencia de Estados Unidos, especialmente en materia de fusiones".
No es la primera vez que Bruselas impide la fusión de dos empresas estadounidenses, pero sí el primer caso en que la Comisión Europea y Washington llegan a resultados diferentes tras analizar el mismo mercado.