Los hoteleros dicen adiós a las dos estrellas
En los últimos ocho años los grandes grupos hoteleros han elevado la categoría de sus establecimientos de ciudad y playa después de haber invertido en su renovación.
Dicen los hoteleros que uno de los mayores problemas que se han encontrado en los últimos años es la dificultad para encontrar empleados que quieran trabajar en la temporada de verano, porque prefieren hacerlo en la construcción, donde ganan más. Y es que el sector de la construcción ha sido el más boyante durante los últimos años, especialmente en las zonas de costa, donde los propios hoteleros se han convertido en los mejores clientes de las empresas de la construcción.
En los últimos ocho años los hoteleros, especialmente los de los grandes grupos, han acometido obras de reforma de sus establecimientos ante la aparición primero del sistema monetario europeo y, más adelante, del euro, que hace inviable la competencia a través de devaluaciones.
Por ello la política que han adoptado los hoteleros para afrontar este nuevo escenario se ha centrado en la calidad. Pero eso no se consigue sin inversión. Así, los grupos hoteleros han invertido fuertemente en reformar los establecimientos para aumentar su categoría, lo que, consecuentemente, ha conllevado un aumento de precios.
"Desde 1996 Sol Meliá ha invertido 45.000 millones de pesetas en reformar los hoteles", especialmente los que se encuentran en España, según indican en la cadena. Buena parte de esas inyecciones de capital ha ido a parar a establecimientos de Baleares y Canarias, aunque las renovaciones han alcanzado a una sesentena de establecimientos, incluyendo algunos fuera de España.
Conscientes de ese cambio competitivo, algunos grupos hoteleros españoles vinculados a operadores turísticos europeos han apostado por la misma política de competencia: dotar a sus establecimientos hoteleros de mayor calidad y categoría.
Riu Hotels, empresa en la que participa con un 50% el grupo turístico alemán TUI (Preussag), adquirió en marzo de 1999 el Hotel Nautilus, de Torremolinos (Málaga), por uno 4.500 millones de pesetas, incluyendo el presupuesto para renovación. El establecimiento tenía una categoría de tres estrellas, pero tras ser reformado, la elevó hasta las cuatro estrellas. El resto de los establecimientos hoteleros de Riu ha recibido nuevos fondos para reformas.
Hoteles de ciudad
Pero la mejora en la calidad de los hoteles no se ha centrado sólo en los establecimientos de sol y playa, también los hoteles urbanos han aumentado fuertemente sus inversiones, calidad y, consecuentemente, sus precios.
Entre los 45 hoteles que Sol Meliá ha reformado en España se encuentran 15 que están ubicados en algunas de las principales capitales del país. La última reforma en ser estrenada ha sido la del "Hotel Meliá Zaragoza, en el que se han invertido 1.000 millones de pesetas y que ha permitido aumentar su categoría de las cuatro a las cinco estrellas", apuntan en Sol Meliá.
La evolución de esta cadena hacia un producto de gama más alta ha sido apreciable. "En el momento de la salida a Bolsa de la compañía [junio de 1996] un 10% de los hoteles tenía una categoría de cinco estrellas.
En la actualidad "la proporción es del 22%", indican en Sol Meliá. Además, esa evolución es especialmente significativa, ya que la cadena mallorquina casi ha triplicado en la actualidad el tamaño de su red hotelera respecto de la que tenía hace cinco años.
Los grandes grupos concentran las inversiones
A pesar de ese aluvión de inversiones, los expertos indican que sólo una parte de los establecimientos hoteleros españoles ha invertido fuertemente en la mejora de su calidad.
Algunos analistas del sector turístico indican que los grandes grupos hoteleros, especialmente los que cotizan en Bolsa, han sido los que más inversiones han acometido y explican que eso es posible gracias a la disponibilidad de financiación y a la solidez de del balance.
Por el contrario, los pequeños hoteleros que suelen comercializar sus establecimientos de forma independiente han sido los menos proclives a invertir en la mejora de sus instalaciones, por lo que tampoco han podido variar las categorías de los hoteles.
Sin embargo, los expertos apuntan que las mejoras en la calidad también se han producido por otros factores, como la aparición de nuevos atractivos turísticos, entre los que citan los parques temáticos. Así, los hoteles de Benidorm (Alicante) y antes los de Salou (Tarragona) se han visto intensamente beneficiados por la construcción de los parques Terra Mítica y Port Aventura, respectivamente. Además, eso les permitirá, según los expertos, disfrutar de una estabilidad en el flujo del negocio.