La caída de la confianza y del euro presionan al BCE para que baje tipos
El Parlamento pide más transparencia
El Parlamento Europeo aprobó ayer el informe de balance sobre las actividades del Banco Central Europeo (BCE) en el año 2000, en el que considera que ha aumentado la transparencia, pero que ésta aún puede mejorar. El informe propone que el consejo de gobierno del BCE celebre votaciones sobre las medidas que deben adoptarse en materia monetaria y que los resultados se publiquen, aunque conservando el anonimato de los participantes.
Además, recomienda al BCE que en su análisis de los riesgos inflacionistas reduzca el peso que concede a los agregados monetarios, en concreto el indicador M3, por las dudas sobre sus cualidades para predecir aumentos de precios.
En líneas generales, el informe considera que la estrategia de comunicación del BCE ha mejorado y celebra la actitud abierta del banco con el Parlamento. No obstante, vuelve a pedir al BCE que publique las actas del consejo de gobierno. Igualmente, propone que el diálogo trimestral con el Parlamento sea un foro en el que salgan a la luz aspectos sustanciales del proceso de toma de decisiones de la política monetaria. También considera que las previsiones elaboradas por el departamento económico del BCE deberían ser apoyadas por el Consejo del BCE.