La caída de la recaudación pone en duda la recuperación de Argentina
Los datos de los resultados del mes pasado, que se esperaban para última hora de ayer de Buenos Aires, habrían mostrado un total de ingresos de 4.582 millones de dólares, una caída de alrededor del 5% respecto de los 4.824 millones recaudados en junio de 2000.
Para el Gobierno se trata de una buena noticia, aunque suponga una caída en términos absolutos y relativos. Esto es así porque en los cálculos oficiales realizados a principios de junio, se preveía una disminución de la recaudación del 10% con relación a junio de 2000.
El cambio de tendencia en un sentido positivo se debió, principalmente, al efecto del impuesto sobre las transacciones financieras implantado por Cavallo apenas retornó al cargo en el pasado mes de marzo. También ha ayudado el impuesto de ganancias (IRPF) recaudado por las empresas. Pero los mercados no observan estos números bajo la misma óptica. Para los analistas de los bancos de inversión y los grandes operadores bursátiles y financieros, la clave está en el despegue de la economía. Si la producción no crece en los dos primeros meses del segundo semestre de este año, la recaudación seguirá cayendo de aquí a fin de año, es el diagnóstico que formulan estos expertos.
Según Merrill Lynch, la economía de Argentina experimentará una contracción de 0,2% este año, si bien anticipa un crecimiento del 2,6% para 2002. La firma de inversión neoyorquina prevé una "suave" recuperación de la actividad económica a partir del tercer trimestre del año en curso, aunque no cree que esto alcance para cambiar el rumbo de la performance general de Argentina en 2001.
Por su parte, el superministro Cavallo dijo ayer en una entrevista con el diario La Nación, de la capital argentina, que la recaudación de junio alcanzó los niveles previstos con el FMI y que las metas de gasto y de déficit fiscales del segundo trimestre han sido cumplidas en exceso.
Al ser consultado sobre si la recaudación de junio fue inferior a la del mismo mes del año pasado, Cavallo admitió que era así. "Sí, yo había advertido que así sería porque en junio de 2000 hubo un récord de recaudación debido a que se incrementó un anticipo de impuestos".
Pero la desconfianza de los inversores en el futuro argentino no se modifica. Ayer, el riesgo-país trepaba a 1058, un alza de 23 puntos respecto del cierre del viernes. La causa de esta inquietud es el enfrentamiento entre los gobernadores provinciales adscritos al peronismo, con relación al reparto del dinero de los impuestos.
Los operadores dudan si la disputa por el monto a distribuir se debe a que el Gobierno no tiene dinero o si simplemente se trata de una disputa de carácter político, donde cada parte quiere mostrar su fortaleza y capacidad de incidir en la toma de decisiones. De todas maneras, la incertidumbre no cede.