La gasolina baja en el área de influencia de refinerías e híper
La fuerte dependencia del mercado de carburantes de la carestía del petróleo no impide que entre unos surtidores y otros existan diferencias de precios superiores a 20 pesetas. Allí donde hay una refinería o estaciones de servicio de los híper, repostar gasolina es más barato.
La reciente resolución del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) en la que condena a Cepsa a pagar una multa de 200 millones de pesetas por fijar el precio de los combustibles a sus gasolineros abanderados ha generado expectativas sobre una guerra de precios entre puntos de venta.
Sin embargo, fuentes del sector y del Gobierno advierten que es un mercado demasiado encorsetado por la coyuntura internacional, la cotización del petróleo y la evolución del tipo de cambio del dólar. Lo cierto es que en la actualidad y según los datos de precios recogidos en la web del Ministerio de Economía correspondientes al pasado viernes, en la gasolina sin plomo de 95 octanos, la de mayor consumo, existe una dispersión total entre los precios máximos y mínimos de 18,3 pesetas. En la súper, la diferencia máxima alcanza las 21,8 pesetas por litro y en el gasóleo 13,9 pesetas.
Las claves que explican estas dispersiones entre unos puntos de venta y otros se encuentran en la localización de las refinerías de la red de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH). Allí donde existe una refinería, el transporte desde dicho centro a la estación de servicio se abarata ostensiblemente, lo que permite al gasolinero más margen para fijar unos precios más competitivos.
No obstante, Madrid, la provincia más lejana a las refinerías, se ha caracterizado tradicionalmente por ser una de las comunidades más caras a la hora de comprar gasolina y, sin embargo, en el último muestreo de precios una estación de servicio de Villamanta, en dicha comunidad, se sitúa entre las 20 más baratas de España en gasolina sin plomo y súper.
Revendedores
Madrid, además, es la comunidad con mayor número de gasolineros revendedores, aquellos que pueden negociar un precio del combustible al mayorista más competitivo, ya que él no tiene comisión y su ganancia será la diferencia entre el coste de compra y el precio de venta.
Por el contrario, Galicia, que cuenta con una refinería, se ha distinguido en los últimos informes elaborados por Economía por ser la comunidad autónoma más cara en la venta de carburantes. La especial orografía de esta región y su densidad de población tienen bastante que ver con una realidad de precios elevados.
En opinión de los expertos del sector, los hipermercados, que operan todos como revendedores y cuentan con una fuerte implantación en la costa mediterránea y Madrid, entre otras zonas, también presionan a la baja en numerosas ocasiones los precios de las gasolineras de sus áreas de influencia.
Baste como ejemplo las promociones que periódicamente pone en marcha la cadena de hipermercados Carrefour, con descuentos que llegan a las 10 pesetas el litro si se efectúan compras en sus centros por un valor que puede variar de unas ofertas a otras.
Además de estas promociones, los surtidores con que cuentan algunos centros de Alcampo, Caprabo y Eroski mantienen descuentos permanentes de unas cinco pesetas de media en todos sus combustibles.