En el descenso de ayer pesó como el plomo la caída del 3,83% de la operadora, el retroceso del 3,11% de BBVA y, en menor grado, el 0,75% que se dejó el BSCH.
Los inversores han aprendido que en la Bolsa mandan los índices y que los valores que más pesan son los que marcan las directrices de compra y venta de los grandes gestores. También, que cuando pintan bastos, pintan para todos. Nadie se salva de la quema. Por ello, es de seguimiento obligado la evolución y comportamiento de los tres grandes valores.
Telefónica volvió ayer a acusar la fuerte presión vendedora, principalmente de fondos extranjeros, y cotizó en los niveles más bajos del año. Hecho destacado por los analistas y observadores ha sido el deterioro de las recomendaciones y la fijación de precios objetivo en línea con los que marca ahora.
Esta peor percepción ha animado a los inversores a perder a pesar de la fuerte caída del 14% que acumula desde enero.