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Schröder descarta un plan de choque para relanzar la economía

El canciller alemán, Gerhard Schröder, descartó ayer hacer caso a los llamamientos de la oposición para acelerar la reforma fiscal y así "salvar" la cada vez más débil coyuntura alemana. Sólo una política de "mano firme" puede contrarrestar la desaceleración "originada por la economía mundial", afirmó el político socialdemócrata, quien sigue manteniendo una previsión de crecimiento del 2% para este año. El instituto IFO, sin embargo, ya sólo prevé un escuálido 1,2%.

Según el canciller, sería inútil hacer caso al "programa de choque" formulado por la Unión Cristiana Democrática (CDU), en el que se pide acelerar los próximos pasos de la reforma fiscal y revertir buena parte de las medidas económicas adoptadas por el Gobierno rojiverde. Schröder subrayó tanto el alto coste para la caja pública como la inutilidad de este tipo de medidas, "ya ensayadas en Japón". Además: "No me quiero ni imaginar qué es lo que sucedería con el euro en los mercados financieros si Alemania renuncia a su política de austeridad".

Ante un debate público cada vez más subido de tono, Schröder ayer hizo mucho hincapié en que la "principal razón" de la desaceleración alemana es el enfriamiento de la economía estadounidense. Debido al difícil entorno mundial, "las posibilidades de acción nacionales existen, pero son limitadas", afirmó el canciller durante la celebración del décimo aniversario de la empresa Jenoptik.

En medios informativos alemanes se está comenzando a hablar de que el Gobierno podría inyectar 1.000 millones de marcos (85.000 millones de pesetas) adicionales en la construcción pública en la antigua República Democrática Alemana (RDA).

Schröder recibió ayer unas de cal y otras de arena por parte del renombrado instituto de investigación económica IFO, en Munich. Su presidente, Hans-Peter Sinn, dio otra estocada a la previsión oficial de un crecimiento del 2% este año al fijar su propia previsión en el 1,2%, la más baja hasta ahora de los seis institutos alemanes. æpermil;ste sería el menor crecimiento alemán en cinco años. Por otra parte, sin embargo, "el Gobierno ha hecho lo correcto" en los últimos tiempos, según Sinn, un economista no precisamente conocido por sus afinidades con los socialdemócratas.

Al igual que la mayoría de los analistas, Sinn, por el momento, descarta que Alemania pueda caer en una recesión. El economista, de todas formas, considera posible un "estancamiento".

El IFO prevé que la economía vuelva a recuperarse a partir de finales de verano, y mantiene su previsión de crecimiento para 2002 del 2,2%.

 

Nuevas expectativas de rebajas de tipos

El previsible descenso de la inflación en varios países de la zona euro a partir de junio, sobre todo en Alemania, ha creado expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte los tipos de interés para estimular el crecimiento económico. En Alemania, la mayor economía europea, la inflación subirá un 3,1% en junio, frente al 3,5% del mes anterior, según datos preliminares de seis Estados federados, que parecen apuntar a que el ascenso de los precios tocó techo en mayo. Por el contrario, en Francia los precios subieron en mayo un 2,3% anual, el nivel más elevado en los últimos cinco años.

Mientras, se da por seguro que la Reserva Federal estadounidense abaratará el precio del dinero hoy miércoles entre 25 y 50 puntos básicos. El BCE puede demorarse algo más.

Son cada vez más las voces que en Alemania y otros países con un crecimiento modesto de su economía piden al banco emisor que relaje su política monetaria.

Por otra parte, el desarrollo de la nueva economía en España hasta 2010 supondrá una reducción de los precios de consumo del 12,7% y una rebaja de los de producción superior al 13%, según señaló ayer el secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, en una jornada sobre la nueva Ley de Comercio Electrónico.

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