_
_
_
_

Alarma por las previsibles pérdidas de la peste porcina

La gran movilidad del ganado porcino hace temer que los casos de peste porcina clásica detectados en tres puntos de Lleida y uno de Castellón, puedan extenderse al resto de la Península. Los colegios de veterinarios y los ganaderos recuerdan que la enfermedad no afecta al ser humano, pero el principal temor se centra en las pérdidas que acarreará.

Los focos de la enfermedad detectados hasta ayer seguían restringidos a las provincias de Lleida y Castellón. Una inspección de veterinarios a quince granjas de la provincia de Cuenca determinaron que no hay indicios de la peste en esos puntos. Los expertos concluyeron posteriormente que los animales de Cuenca habían sido trasladados a Vinaroz (Castellón). Por lo que resultaba "lógico" pensar que los cerdos se habían contagiado en Vinaroz, según los veterinarios.

Sin embargo, la consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha decidió, como medida cautelar, que no entre ni salga ganado porcino de los municipios de Talauyela, Aliaguilla, Garaballa y Fuentelespino de Moya, localidades todas de provincia de Cuenca.

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) criticó duramente al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, al tiempo que tranquilizaba a los consumidores al recordar que la peste no tiene repercusión en los seres humanos. El portavoz de la UPA, Esteban López, consideró "lamentable" que el ministro no haya ofrecido todavía ninguna explicación sobre los brotes de la enfermedad.

"Esta situación nos recuerda a la vivida en 1997, donde se empezó con pequeños focos y se terminó extendiendo la enfermedad a otras comunidades, provocando así una crisis en el sector porcino sin precedentes", dijo López. El secretario general de la UPA, Fernando Moraleda, señaló que los más perjudicados por la actual situación son los pequeños ganadores, "mientras que las grandes empresas salen reforzadas" de estas crisis.

El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios, Juan José Badiola, precisó, en este mismo sentido, que las principales sospechas sobre el origen de este nuevo brote se centran en los grupos de integración, que exportan e importan el ganado. "Los movimientos de animales masivos siempre tienen riesgo para la sanidad. Estamos en un contexto nuevo en la economía europea, global, que a los animales también afecta", dijo Badiola.

Hasta el momento se han sacrificado unos 3.000 animales y se han inmovilizado los traslados parcialmente. En 1997 se mataron cerca de un millón de cerdos.

Hasta el momento, el mayor perjuicio ha sido el cierre por parte de la Unión Europea de los mercados de cerdo vivo para los productos que vengan de Cataluña.

El domingo se sumaron Francia y Rusia a las restricciones impuestas por Japón y Holanda a las carnes o elaborados cárnicos de cerdo procedentes de España.

Archivado En

_
_