Llega el vencimiento del futuro
La jornada de hoy en las Bolsas del mundo lleva el sello del vencimiento del futuro. Cuentan los analistas en sus informes de situación que este acontecimiento, pura técnica, pura matemática, no ha despertado el interés de antaño entre los profesionales del mercado, porque, entre otras cosas, no hay tendencia.
La triple hora embrujada, palabro importado de Wall Street que define este fenómeno, nunca debe ser despreciada, porque con frecuencia se advierten tendencias de futuro. Aprovechan las grandes instituciones, nacionales y extranjeras, para hacer o des-hacer posiciones. Tanta es la confusión de la media hora que marca el vencimiento del futuro en el caso español, que sólo los avisados pueden valorar de manera correcta lo que sucede y, lo que es más importantes, cuál es el sentimiento de los grandes gestores.
Los especialistas en la materia aconsejan reparar con detenimiento en los volúmenes de negocio, porque son los que pueden dar claves suficientes. Así, se ha observado en los dos últimos vencimientos que los promedios de negocio manejados han sido muy inferiores a lo esperado, lo que ha transmitido una situación de clara horizontalidad. O lo que es lo mismo, sólo cifras interesantes de negocio en el vencimiento de hoy pueden arrojar luz en el túnel en el que se encuentra el tren de las Bolsas desde octubre.
Una vez asumida esta situación, los mercados reparan en sus propios fundamentales. Restan dos semanas para que concluya el primer semestre del año y son muchas las empresas que tienen ya prácticamente perfiladas sus cuentas de resultados.
Hasta el cierre de junio, muchas empresas, principalmente estadounidenses, testarán los mercados con advertencias positivas o negativas sobre los resultados semestrales. Es decir, que cuando éstos se publiquen de manera oficial ya estarán cotizados. Es la ley de la anticipación.