Las Bolsas retroceden por el temor a una oleada de malos resultados empresariales
El término advertencia sobre beneficios promete sonar con fuerza en las próximas semanas. De hecho ya empezó a azotar los oídos de los inversores cuando Nokia anunció el martes que sus beneficios del segundo trimestre iban a ser menores de lo esperado. Ayer, las Bolsas retrocedieron por el temor a que una nueva marea de advertencias sobre menores beneficios arrastre a los mercados.
La temporada de presentación de resulta-dos quedó oficialmente inaugurada con Nokia. Ayer, las Bolsa se despertaban con el anuncio de la estadounidense Texas Instruments, que, sin llegar a recortar sus previsiones, reiteró que los resultados del segundo semestre iban a estar en la línea de lo esperado. Es decir, mal.
El rebote tecnológico del miércoles quedó en anécdota y ayer este sector empujaba los índices a la baja. Francfort perdió un 1,32%; París, un 1,06%, y Milán, un 1,88%, mientras que Londres retrocedió un 1,16%. En todas las plazas fueron las telecos y los valores relacionados con la tecnología los que más contribuyeron a la caída. En este sentido, los índices de telecomunicaciones y tecnológico del Stoxx retrocedieron un 3,07% y un 5,24%, respectivamente. En el año, las operadoras europeas de telefonía han caído una media del 25%, mientras que el sector tecnológico lo ha hecho un 38,75%.
Sin caer en el pesimismo, los expertos contemplan un panorama complicado para la renta variable. El calendario de resultados empresariales aprieta de nuevo. Aunque esta vez puede que más fuerte en el Viejo Continente.
"Europa se enfrentará en las semanas previas al cierre de este trimestre a una avalancha de rebajas en las estimaciones de beneficios. Por cada noticia positiva puede que tengamos cinco negativas", señala Alicia Jiménez, directora de análisis de Self Trade. El temor de los expertos está basado en la escasa mejoría de la expectativas económicas en ambos lados del Atlántico y el retraso con que Europa recoge los efecto de la ralentización en EE UU. "Europa cuenta, además, con una pega. En las compañías es dificilísimo llevar a cabo una reestructuración con La misma rapidez que en EE UU", subraya Jiménez.
Por ello, el escepticismo es la tónica reinante. "Nokia es una referencia, y si la líder absoluta se ve forzada a reducir sus beneficios, ¿qué ocurre con el resto?", se preguntaba Ignacio Quintano, gestor de fondos de renta variable europea en Iberagentes.
Joaquín García Huerga, responsable de fondos de tecnología en la gestora de Ahorro Corporación, comparte la opinión de que en el Viejo Continente las malas noticias están por llegar. En este sentido, no descarta que, al hilo de Nokia, compañías de infraestructuras de redes, como Alcatel, Marconi o Siemens, den sorpresas negativas.
Para Jordi Falgueras, del departamento de estudios de Gaesco, las noticias previas a las presentaciones de resultados son el termómetro que mide el sentimiento de los mercados. "Será importante ver la reacción tras la hipersensibilidad que tuvieron en el primer trimestre", opina.
Por último, los expertos coinciden en señalar que las condiciones económicas en Europa son peores de lo esperado. El crecimiento es menor, y el repunte de los precios deja poco margen al BCE para recortar tipos.
El Ibex cede un 0,48% con un negocio raquítico
La Bolsa española fue la menos afectada de toda Europa por la oleada vendedora. El Ibex perdió un 0,48%, aproximadamente la mitad que sus homólogas del Viejo Continente. No obstante, la desconfianza de los inversores en los valores tecnológicos sí que se dejó notar y las compañías del Nuevo Mercado fueron las que sufrieron los mayores recortes.
Terra volvió a marcar un mínimo histórico tras perder un 2,44%, mientras que Picking Pack sufría un castigo del 5,63%. Los pesos pesados de la Bolsa también cayeron, aunque el retroceso más sonado fue el de Inditex, que cedió un 3% al recibir una recomendación negativa. En el lado contrario se situó Iberia, que avanzó un 3,54% y compensó la caída del martes.
Una de la notas importantes de la jornada estuvo en el escaso volumen de operaciones. Ayer se negociaron poco más de 194.000 millones de pesetas (1.167 millones de euros), lo que representa la cuarta cifra de volumen más baja en lo que va de año.