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Telefónica reta a la Bolsa y apuesta por la nueva economía para crecer

César Alierta demostró ayer que no tiene miedo de los mercados y dibujó un futuro para Telefónica que pasa por la convergencia de todo lo que hoy la Bolsa considera tabú. El crecimiento de Telefónica se basará en las sinergias entre filiales y actividades, en el móvil multimedia UMTS, Internet de pago, contenidos para diversas plataformas, incluida la telefonía fija a través del ADSL... La otra pata del crecimiento no será orgánica y, una vez descartadas las fusiones, se materializará con la compra de compañías en Europa y Latinoamérica. La solidez financiera de la operadora, basada en un bajo endeudamiento, será, asegura Alierta, la encargada de hacerlo posible.

Telefónica considera estratégica su participación en los medios de comunicación como parte de una estrategia multimedia que agrupe y haga converger las telecomunicaciones fijas y móviles, Internet y las comunicaciones. En su primera comparecencia en España ante la prensa como presidente de Telefónica, César Alierta envió este mensaje tanto a los accionistas como al mercado.

En un momento en el que las Bolsas penalizan gra-vemente todo lo que suene a nueva economía, el presidente de Telefónica ha apostado por el liderazgo de la operadora a lo que hoy se considera tabú: telefonía móvil multimedia UMTS, telefonía fija de alta velocidad con ADSL, Internet de pago, contenidos para todo tipo de plataformas, incremento de la presencia en la televisión en abierto de Latinoamé-rica...

Alierta aporta un estilo de comunicación bien distinto a los que se conocían en Telefónica, sin las grandes dotes de comunicación de su antecesor, es poco fluido en las formas, pero contundente en los contenidos. Afirmó que la salud financiera de Telefónica es de las mejores entre sus competidores, que no habrá fusiones, sino compras, que entre las viejas empresas monopolistas es la que tiene un mercado con mayor potencial fuera de sus fronteras y que apoyó a Juan Villalonga en todas sus operaciones, salvo en KPN. Alierta defendió en todo momento la labor de su antecesor, salvo en la fusión con KPN, que le sirvió a la vez para argumentar su recelo a este tipo de operaciones y descartar que se haya retomado la idea. "Cuando se propuso la fusión, el reparto era 62%/38%, mientras que ahora sería del 90%/10%".

En este sentido, tuvo muy buenas palabras para Endemol, una de las operaciones de Villalonga más criticadas, de la que aseguró que servirá para crear contenidos de banda ancha para la nueva Telefónica y que, por el momento, no se venderá. Y también alabó a Pearson, aunque confirmó que el 5% que está en manos de la operadora es una participación financiera y se realizará cuando la cotización lo permita. Para suavizar estas palabras, el presidente de Telefónica anunció la firma de un acuerdo con la británica en el mundo de los contenidos de educación. Así, Alierta utilizará el legado que su antecesor dejó disperso para crear una Telefónica basada en la convergencia.

César Alierta dejó claro que todas sus apuestas pasan por la rentabilidad y que se está trabajando para lucir números negros tanto en Terra como en Telefónica Media. El destino último de la filial de medios sigue siendo la Bolsa y los retoques que se realizarán en su estructura y organigrama se harán con esta perspectiva.

Si Media no está ya en Bolsa, es "porque los mercados no lo han permitido", aseguró Alierta, quien avanzó que esta división vale lo mismo que las compañías de medios europeas y más que Televisa, que tiene una capitalización de 866.000 millones.

Durante su intervención, Alierta tuvo que referirse en varias ocasiones a Terra, TPI y las probabilidades de que haya una fusión entre ambas. Lo primero que hizo fue descartar Media de la ecuación y rechazó las especulaciones atribuyéndolas a los bancos de inversión. "No creo en los informes de analistas. En Telefónica sabemos de nuestra compañía mucho más que ellos y estamos contentos con la situación tal y como está". En cualquier caso, Alierta pasó la pelota a los protagonistas de los rumores y explicó que la decisión la tomarán los consejos de Terra y de TPI.

La situación del mercado nacional fue otro de los temas recurrentes de Alierta, quien calificó a la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, de "excelente persona" y destacó su talante dialogante. El presidente de Telefónica reconoció que las relaciones con la Administración han cambiado y lo relacionó con una estrategia global de tender puentes con los Gobiernos de los países donde opera.

Con el mayor de los cuidados, Alierta lanzó a la ministra el mensaje de que España puede perder el tren de la sociedad de la información si no se rebaja la tasa por el uso del espectro radioeléctrico, mientras que el consejero delegado, Fernando Abril, hizo alusión a las dificultades que tiene la Telefónica de España para sacar adelante planes de descuentos.

La próxima parada en las reivindicaciones de Telefónica será la financiación del servicio universal. "Nos cuesta 170.000 millones y los nuevos operadores tienen que contribuir a paliar este déficit", aseguró Alierta.

El presidente de Telefónica, que en todo momento defendió las bondades del tándem que forma con Abril, fue elogioso incluso con Martin Bangemann, "quien nos está ayudando con la entrada de Móviles en Alemania". En este país, habrá compartición de redes. No así en España, "donde ya las tenemos".

 

La operadora descarta las fusiones y opta por las compras

César Alierta tiene claro que no cree en las fusiones para crecer. Tal y como aseguró ante 160 analistas en Río de Janeiro, el presidente de Telefónica reiteró ayer que la clave estará en las compras y que miran "todas las oportunidades en Europa y Latinoamérica para ver cuáles podemos aprovechar". Para financiar este crecimiento, Telefónica utilizará su fortaleza financiera, su capacidad de generar caja y su baja, en relación con el sector, deuda. También usará lo que se ahorre de los dividendos, ya que la operadora seguirá sin remunerar a los accionistas.

No hubo ninguna referencia directa a empresas o países del Viejo Continente, pero sí del Nuevo. México es un objetivo, tanto para telefonía fija como para la móvil, en la que aspiran a convertirse en el segundo operador del país, sólo por detrás de América Móvil. Para lograr el objetivo, estudiarán las oportunidades que presentan compañías como Pegaso o Unefón.

Venezuela también está en el punto de mira, aunque "sin hacer ninguna idiotez". Es decir, Telefónica mirará la rentabilidad de las inversiones y no entrará en mercados a precios que no se puedan digerir, aseguró Alierta, en referencia a una posible guerra con Verizon en Cantv.

El presidente de Telefónica alabó en todo momento la fortaleza de la compañía en Latinoamérica y Abril aseguró no estar preocupado por la crisis actual, que no es la primera que vive la región.

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