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Washington y la UE pactan más apertura del comercio mundial

Bruselas y Washington acordaron ayer el lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La primera cumbre entre la UE y EE UU desde la llegada al poder de George W. Bush concluyó ayer con "un compromiso para lanzar una nueva y ambiciosa ronda de negociaciones multilaterales en el marco de la Organización Mundial del Comercio". El lanzamiento se producirá durante el próximo encuentro ministerial de la OMC en Doha (Qatar), entre el 9 y el 13 de noviembre de este año. El objetivo será "avanzar en la liberalización del comercio mundial y clarificar, fortalecer y extender las normas de la OMC", a la que se quiere convertir en "una verdadera organización universal".

La UE había demandado insistentemente esta nueva ronda desde que, en 1999, fracasara en Seattle la anterior tentativa, en medio de una furibunda campaña de protesta por parte de los movimientos antiglobalización. Bruselas obtuvo ayer oficialmente la respuesta positiva de Washington. Las dos capitales se comprometieron a que esta vez se tomen en consideración las inquietudes de "los países en vías de desarrollo (...) y de la sociedad civil". Pero a 10 kilómetros de la mansión dieciochesca donde el primer ministro sueco, Göran Persson, y el presidente de la Comisión, Romano Prodi, se reunieron con su homólogo estadounidense, varios centenares de manifestantes acampaban en protesta contra cualquier impulso a la mundialización.

Pequeños disturbios salpicaron la ciudad portuaria sueca que, a partir de hoy, acoge también la sesión ordinaria del Consejo Europeo. Los manifestantes, sin la virulencia de recientes cumbres, aprovecharon la presencia de George W. Bush para exigir la aplicación del Protocolo de Kioto (firmado en 1997) sobre reducción de emisiones contaminantes.

"No es un secreto que no estamos de acuerdo", reconoció Persson ante la reiterada oposición de EE UU a respetar el protocolo en el que pactó una reducción global de las emisiones del 5,2% antes de 2012 respecto al nivel de 1990. "La UE ha decidido ratificar Kioto y EE UU ha optado por otras políticas".

"Pero la meta es la misma", añadió contemporizador el primer ministro. Bush, sin embargo, se limitó a indicar que EE UU asistirá a las próximas conversaciones sobre la aplicación de Kioto, que se celebran en julio en la ciudad alemana de Bonn. Pero nada más.

Y sin ningún rubor por su condición de invitado, el tejano concluyó unilateralmente la rueda de prensa adelantándose a la iniciativa de sus anfitriones.

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