Duisenberg reconoce que algunos países no cumplirán el objetivo fiscal este año
En su informe el Banco Central Europeo reconoce que la situación de debilidad en la que ha entrado la zona euro puede costar a muchos Gobiernos nuevos desajustes en sus cuentas públicas. De hecho reconoce que puede que algunos países no puedan cumplir sus objetivos en materia de consolidación fiscal, y da por hecho que las finanzas públicas de los Doce tomados en su conjunto tendrán una evolución negativa este año respecto al anterior, circunstancia que no ocurría en la zona desde el año 1993.
Sin embargo, en esta ocasión el Banco Central Europeo no critica la supuesta alegría de los Gobiernos en plantear bajadas de impuestos, e incluso confía en ellas para mantener el vigor en la actividad económica.
Para el banco la política fiscal debe retomar su proceso de saneamiento, y lograr en el medio plazo saldos presupuestarios próximos al equilibrio o con superávit ya en el año 2002.
La autoridad monetaria reconoce que la inflación no podrá estar bajo control este año, entre otras cosas por que las condiciones de tipo de cambio y precio del petróleo que se utilizaron para hacer unas estimaciones pesimistas, ya han empeorado. Pero pide sacrificios salariales para controlar las presiones de precios, y sugiere que se prosiga con las reformas estructurales de los mercados de bienes y factores, especialmente el de trabajo, así como controlando los gastos de los sistemas de protección.
Entre las causas de la inflación generada destaca el precio del euro, más depreciado de lo previsto por el BCE. Ayer, por contra, y pese a las estimaciones pesimistas para la zona presentadas por el banco, la divisa comunitaria recuperó posiciones hasta 0,862 dólares.
Las declaraciones del presidente de la Asociación Nacional de Productores de Estados Unidos, Jerry Jasinowski, en las que aseguraba que el dólar estaba sobrevalorado un 30%, dieron ayer un decisivo impulso al euro, que cotizó por encima de los 86 centavos de dólar. Hasta el mediodía, la divisa europea se había mostrado débil.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, aseguró ayer en Utrecht que el euro "ya es un éxito", pese a su cotización en los mercados de divisas, que no es acorde con los fundamentos de las economías que representa.