Agut culpa a los antiguos socios de Lycos de la caída en Bolsa de Terra
Joaquim Agut vivió ayer su primera junta como presidente de Terra Lycos. Prometió rentabilidad, con un cambio de estrategia y de enfoque en la compañía. Y convenció a buena parte de los accionistas allí presentes, a pesar de que los títulos de la filial de Telefónica han perdido más del 90% de su valor desde los máximos de febrero de 2000. Agut incidió en que la caída de la cotización está desvinculada de la gestión y achacó el desmoronamiento de la acción a las ventas realizadas por antiguos accionistas de Lycos.
Joaquim Agut llegó a su primera junta de accionistas como presidente de Terra Lycos con una acción en mínimos (ha perdido más del 90% desde sus máximos), unas pérdidas anuales de 92.379 millones y algunas especulaciones sobre su continuidad al frente de la compañía. Y pasó la reválida con nota.
El presidente de Terra Lycos atacó directamente la caída de la cotización. Afirmó que las acciones están infravaloradas y que el desplome no es achacable a la gestión, sino al mercado y a la economía en general. Agut alabó en todo momento las bondades de la compra de Lycos, aunque también, y por primera vez, presentó un lado negativo: Agut acusó a los antiguos accionistas del portal estadounidense de provocar los últimos descalabros de la cotización.
Cuando se cerró la adquisición, Terra pasó a tener casi la mitad de su capital en manos de "antiguos accionistas de Lycos, quienes, posteriormente, bien por las circunstancias del mercado o bien porque no quieren o no pueden tener valores europeos, han vendido sus acciones y han sometido a la compañía a una presión añadida en la cotización".
El presidente de Terra Lycos centró el peso de su discurso en la promesa de rentabilidad a corto plazo (el equilibrio en Ebitda está previsto para el segundo trimestre de 2002) y presentó las líneas maestras que lo harán posible. Agut aseguró que los primeros pasos ya se han dado, gracias a las sinergias con Lycos y a la política de ahorro de costes. Para el futuro, la clave estará en el lanzamiento de paquetes de servicios cobrados (no productos aislados), la provisión de soluciones comerciales completas para maximizar los ingresos por publicidad y la potenciación del comercio electrónico, a través de acuerdos con socios relevantes.
Como ejemplo de los resultados que ya ha dado la nueva Terra Lycos, Agut anticipó que el Ebitda (flujo de caja operativo) desde enero a abril se ha situado en 14.875 millones de pesetas negativos, lo que implica un margen del 38% y una mejora de tres puntos con respecto al del primer trimestre. Estas cifras suponen una facturación en cuatro meses de unos 39.000 millones, de los cuales 9.500 millones corresponderían a abril. De seguir a este ritmo los próximos dos meses, Terra superaría la previsión de ingresos en el segundo trimestre.
No faltaron tampoco las referencias al liderazgo, presente y futuro, de Terra, que aprovechará los buenos precios de las empresas de Internet y su tesorería (416.000 millones) para comprar y consolidar su posición.
Contra todo pronóstico, dadas las pérdidas que acumula la acción, las explicaciones de Agut convencieron a buena parte de los inversores presentes en la junta, hasta el punto de que cinco accionistas dieron explícitamente un voto de confianza al presidente. Claro que también hubo intervenciones muy críticas y otros cinco socios atacaron duramente a Agut. El resto, la mayoría, adoptó un discurso cortés.
El vicepresidente, Bob Davis, no acudió a la cita
La de ayer no era sólo la primera junta de Agut como presidente de Terra. También era la primera asamblea de la nueva Terra Lycos y los protagonistas faltaron a la cita. Ni Bob Davis ni Ted Philip estuvieron en la junta celebrada en Barcelona, lo que dispara las especulaciones sobre cuál es su papel real en la compañía. No hay que olvidar que, aunque sin funciones ejecutivas, Davis es el vicepresidente de Terra Lycos, el único que tiene.
Agut, sin embargo, defendió en todo momento a Davis. Aseguró que los consejos que aporta son muy valiosos y leyó una carta del vicepresidente en la que afirma que no pudo asistir a la junta porque está muy ajetreado con la lanzamiento de su libro. También dio la cara por él cuando los accionistas criticaron que vendiera acciones de Terra. "Es su patrimonio", aseguró, "y todavía sigue siendo el principal accionista privado de la compañía".
Tampoco John de Mol ocupó su silla en el consejo.
A pesar de las ausencias, los accionistas de Terra aprobaron todos los puntos del orden del día, incluyendo la compra, para su posterior amortización, de las acciones que no han sido ejecutadas de los planes de opciones y determinados cambios en las stock options, para ajustar las nuevas a los precios de mercado actuales.