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La SEPI quiere evitar que una empresa española inste la quiebra de Aerolíneas

La delicadísima situación financiera por la que atraviesa Aerolíneas Argentinas ha provocado que suspendiera importantes vuelos, incluido el de Nueva York, por no poder pagar el combustible. También existe la amenaza de que cualquiera de sus múltiples acreedores inste la quiebra. La SEPI, propietaria del 85% de la empresa, intenta evitar que sea una entidad española la que provoque la paralización de la actividad de Aerolíneas, con el fin de no alimentar el sentimiento antiespañol que se ha desatado en el país austral.

La paralización del servicio de algunas importantes rutas aéreas que sirve Aerolíneas Argentinas es ya un hecho. La compañía se ha visto obligada a suspender hoy vuelos tan significativos como Nueva York, Miami, Los Ángeles, São Paulo, Río de Janeiro, Sidney y Aucland por no poder pagar el combustible.

Las grandes petroleras que surten de carburante a la compañía de bandera del país austral se niegan a cargar de queroseno a la flota de Aerolíneas, si previamente no se paga la factura al contado.

En este clima de pesimismo, la SEPI, propietaria del 85% de Aerolíneas, intenta evitar que sea una entidad española la causante directa de la paralización de alguna de las rutas o la que inste la quiebra de la empresa aérea. Con esta iniciativa, el grupo público que preside Pedro Ferreras busca quitar cualquier argumento a los grupos sindicales y mediáticos que alientan el sentimiento antiespañol en Argentina.

Fuentes de toda fiabilidad aseguran que la compañía petrolera española Repsol YPF se ha comprometido a mantener el suministro del queroseno a los aviones de Aerolíneas. Esta decisión permitirá que una parte de los vuelos de la compañía, y en especial los de enlace entre el país austral y España, puedan seguirse prestando con relativa normalidad.

Por el contrario, ninguna de las otras grandes petroleras que surten a Aerolíneas mantiene una posición similar. Esso, Exxon Mobil, Shell o BP se muestran remisas a cargar de queroseno la flota de la compañía si antes no se satisface la factura en metálico.

Sondeos

El alarmante deterioro de la situación de Aerolíneas ha provocado contactos discretos entre las principales empresas con intereses en Argentina (Iberia, Telefónica, Repsol YPF, Endesa, Aguas de Barcelona, Indra, Gas Natural, Dragados, OHL, BBVA y BSCH, entre otros) y los representantes del Gobierno español.

Este diario ha establecido contacto con portavoces oficiales de alguna de ellas, que sólo han accedido a ofrecer su opinión si se les asegura el anonimato. Las compañías, en general, se sienten preocupadas, pero afirman que el sentimiento antiespañol es alentado desde "círculos sindicales y mediáticos muy señalados".

Por el contrario, dan valor a dos análisis realizados recientemente sobre la opinión de los argentinos (uno de Estudios de la Nueva Mayoría y otro de Management Press), en los que se destaca el altísimo grado de desprestigio de las centrales sindicales, a las que sólo concede crédito el 8% de la población.

Un tercer estudio detecta la existencia de un grado significativo de vinculación afectiva con España por dos razones. La primera, porque cuatro de cada diez argentinos tienen ascendentes españoles.

La segunda, porque España es el país que acoge hoy a un mayor número de emigrantes de aquel país. Por estas razones las empresas se inclinan a pensar que es difícil que tengan éxito las campañas antiespañolas a largo plazo, incluso aunque la quiebra de Aerolíneas Argentinas pudiera llevarse a efecto.

En esta perspectiva, la de la quiebra, de la que la SEPI no quiere ni oír hablar, expertos del sector han comenzado a realizar estimaciones sobre el coste económico de la misma. En primer término evalúan el precio del cierre total de la compañía entre los 200.000 y los 300.000 millones de pesetas.

La parte más importante de esta cuantía será la indemnización del personal cuya nómina anual asciende a unos 25.000 millones de pesetas. El segundo apartado de mayor volumen sería la liquidación de las deudas con los acreedores. En este apartado las posibilidades de negociación son altas, ya que entre las empresas más afectadas se encuentran la propia SEPI y Repsol YPF.

Venta del 5% de Iberia

El presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, confirmó ayer que la sociedad estatal venderá próximamente el 5,2% de Iberia que todavía posee tras no ejecutar los colocadores de la OPV la opción de compra sobre ese paquete. Ferreras explicó que esa enajenación no se hará mediante negociación directa con los compradores potenciales, sino mediante subasta entre ellos.

La SEPI ha ofrecido ese paquete, cuyo valor ronda los 9.300 millones de pesetas, a empresas constructoras y entidades financieras.

Por otra parte, fuentes de Iberia afirman que las reclamaciones salariales de los pilotos son inadmisibles porque suponen a la empresa un coste anual de 12.000 millones de pesetas.

 

Sindicatos argentinos llaman al boicot contra intereses españoles

El clima de crispación contra los intereses económicos españoles a raíz del conflicto que ha estallado en Aerolíneas Argentinas sube de tono cada día que pasa. En medio del contexto social tenso en todo el país por los graves problemas económicos, el sindicato CGT ha convocado para mañana viernes un paro general contra la política del Gobierno de De la Rúa.

De forma paralela al anuncio de esa movilización, la central sindical, en presencia de la cúpula de APTA, el principal sindicato opositor al plan de viabilidad para Aerolíneas elaborado por SEPI, llamaba a iniciar mañana un boicot contra los intereses españoles en el país. Inmediatamente el sindicato de peones de taxis anunciaba su respaldo a esta campaña al comprometerse a no usar combustible de Repsol YPF.

Ese clima de opinión contrario a la gestión desarrollada por el Gobierno español en la aerolínea de bandera se ha extendido también a la clase política del país, incluidos miembros del Gobierno y diputados. En los últimos días, la prensa ha informado de que el Gobierno podría establecer un impuesto a las empresas privatizadas, y las más importantes están en manos españolas.

Mientras tanto, en Madrid, en el Congreso de los Diputados, el presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, afirmó ayer que el plan director de Aerolíneas Argentinas no se puede cambiar "a estas alturas", después del desembolso, en octubre, de 617 millones de dólares (121.000 millones de pesetas) de "todos los españoles".

Ferreras dijo que espera que el Gobierno argentino "no cambie de posición", porque, "cuando se llega a acuerdos, hay que respetarlos". El presidente consideró "un disparate" apelar a "sentimientos patrióticos mal entendidos" en un tema "estrictamente económico" como el de Aerolíneas, ya que, con ello, se traslada a los inversores de todo el mundo una "mala impresión".

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