Villalobos basa en el sector privado su plan de atención a los ancianos
El Ministerio de Sanidad presentará la próxima semana las líneas maestras de un nuevo modelo de atención sociosanitaria para las personas dependientes (que no pueden valerse por sí mismas). La titular de Sanidad, Celia Villalobos, avanzó ayer que este plan contará con una base "importante" de inversión privada, aunque también tendrá una parte pública, destinada especialmente a las rentas más bajas.
El Gobierno pretenden abrir una nueva puerta a la inversión privada en la sanidad pública. El Consejo Interterritorial de Salud estudiará las bases de un nuevo modelo de asistencia para personas dependientes, según anunció ayer la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, durante unas jornadas sobre Envejecimiento, salud y bienestar organizadas por The Economist.
Este nuevo plan, que Sanidad está negociando ya con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) pretende coordinar todas las acciones que llevan a cabo las distintas Administraciones públicas en esta materia, en especial los ayuntamientos, al tiempo que se pretende crear una nueva red de hospitales para enfermos crónicos, hospitales de día, residencias para mayores, asistencia social o teleasistencia domiciliaria.
Para ello, Villalobos apeló a la inversión privada, según dijo: "No se puede pensar en ningún caso que las Administraciones públicas podamos hacer frente desde el punto de vista de los recursos financieros al 100% de lo que esta población va a requerir". Por ello, la titular de Sanidad enfatizó en la necesidad de contar con inversores privados en la creación de este nuevo modelo.
El Gobierno pretende dar respuesta con este plan a la creciente demanda social que comienza a crearse a medida que la población envejece como fruto de la mayor esperanza de vida y la menor natalidad. En especial, el Ejecutivo quiere responder a las demandas de los mayores de 75 años, que tienen un gasto farmacéutico seis veces superior a la media y representan el 45% del gasto sanitarios, según datos de Villalobos.
A falta de más concreciones, la titular de Sanidad, también dio a entender que el disfrute del nuevo modelo sociosanitario irá en función de la renta de los ciudadanos, garantizando el 100% de la cobertura a los más desfavorecidos.
La otra parte de este nuevo mercado que constituyen las personas mayores con algún tipo de dependencia es el del seguro privado. Todas las voces que se escucharon ayer en las jornadas organizadas por The Economist abogaron, además, por la necesidad de fomentar este tipo de instrumento financiero que los bancos y las aseguradoras promocionan cada vez con más intensidad, de cara a futuros incentivos fiscales.
El consejero delegado de DKV Seguros, Josep Santacreu, participante en dichas jornadas propuso una cobertura universal y una financiación mixta para este seguro de dependencia de las personas mayores que necesitarán ayuda.
Según distintas estadísticas institucionales que maneja el sector, de cara al año 2026 el número de mayores que necesitarán ayuda personal será de más de millón y medio de personas, para cuya atención serán necesarios 1,56 billones de pesetas (9.375,78 millones de euros).
La secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, y el secretario general de Economía, Luis de Guindos también respaldaron ayer la necesidad de impulsar este plan basado en la iniciativa privada. De Guindos, avanzó que el Parlamento tratará en breve este asunto.
Las recetas
del ex asesor de Clinton
Joseph Stiglitz, ex dirigente del Banco Mundial y asesor económico de Bill Clinton entre 1995 y 1997, dio también ayer sus propias recetas para abordar el envejecimiento de la población. A su juicio, la solución no es privatizar el sistema de pensiones, sino garantizar la recaudación del sistema público. Para ello abogó por alargar la edad de jubilación mediante una fórmula: retrasar la edad de retiro tantos años como aumente la expectativa media de vida.
Stiglitz manifestó también que el envejecimiento de la población debe afrontar "el reto de la productividad". Según la ecuación que él maneja, cuanto más edad tiene un trabajador menos capacidad de adaptación tiene a las nuevas formas de trabajo y, en consecuencia, registra menos productividad. Esto se arreglaría, en su opinión, modificando la estructura del modelo educativo, alargándolo a toda la vida laboral. Otro de los aspectos básicos para mejorar la productividad de los mayores es la calidad de vida, punto en el que criticó el gran número de fumadores que hay en España.
En cualquier caso, Stiglitz urgió a que los políticos incluyan el tratamiento de este asunto en su agenda y advirtió del importante grupo de presión en el que se convertirán los mayores en España en la próxima década.