Vera y Barrionuevo cumplirán en libertad las condenas por el "caso Marey"
Rafael Vera y José Barrionuevo ingresaron ayer en un centro penitenciario madrileño para continuar cumpliendo la pena por el secuestro de Segundo Marey. Horas más tarde abandonaban el centro. La junta de tratamiento sólo les obliga a comparecer periódicamente ante las autoridades.
Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad, y José Barrionuevo, ex ministro de Interior, ingresaron a primera hora de ayer en el Centro de Inserción Social Victoria Kent (antigua cárcel de Yeserías) en Madrid para terminar de cumplir la pena a la que ambos fueron condenados por el secuestro de Segundo Marey perpetrado por los GAL en 1983. Al mismo centro acudieron el ex director general de la Seguridad del Estado Julián Sancristóbal y el ex jefe superior de Policía de Bilbao Miguel Planchuelo.
El ex secretario general de los socialistas vizcaínos Ricardo García Damborenea también ingresó por la mañana en Alcalá-Meco.
Los condenados esperaban que las juntas de tratamiento de los centros determinaran en qué características debían cumplir el régimen abierto, desde la modalidad más severa que es ir a dormir al centro hasta controles de otro tipo. Todos se encontraban en el tercer grado penitenciario o régimen abierto por el indulto parcial que les concedió el Gobierno.
Comparecencias
Antes de que dieran las seis y media de la tarde las juntas de tratamiento del Victoria Kent y Alcalá-Meco autorizaban la salida de los cuatro condenados. Según informó la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, las juntas de tratamiento de dichos centros acordaron, tras el ingreso ayer de todos ellos por orden del Supremo, sustituir la obligación de dormir en el centro por determinadas comparecencias ante las autoridades penitenciarias, "que conjuguen las especiales necesidades de seguridad personal de los afectados con el cumplimiento de su condena".
Los policías Julio Hierro y Francisco Sáez Oceja también se encuentran en Alcalá-Meco. Y en la prisión de Córdoba están los ex policías Luis Hens y José Ramón Corujo. Todos ellos esperan también la decisión de las respectivas juntas de tratamiento. Los nueve condenados tuvieron que volver a prisión, y según lo sucedido momentáneamente, después de que el Tribunal Constitucional rechazara los recursos que presentaron contra la sentencia del Supremo que les condenó por detención ilegal y malversación de caudales públicos. Por entonces los acusados pudieron abandonar la cárcel porque el Gobierno les concedió un indulto parcial por el que sus penas se vieron reducidas en dos tercios.
Vera y Barrionuevo han solicitado un segundo indulto, al que el fiscal del Supremo se opone porque las penas a las que fueron condenados, 10 años de cárcel, fueron altas y proporcionadas a la gravedad de los hechos. El fiscal asegura que la concesión de una segunda medida de gracia "supondría reducir una condena de 10 años de privación de libertad a tan exiguo periodo de cumplimiento efectivo". Los condenados fueron indultados cuando habían cumplido 111 días en prisión.
El ministerio público contesta a uno de los motivos esgrimidos por los condenados sobre la eficaz actuación de las fuerzas de Seguridad del Estado que dependían de Vera y Barrionuevo. El fiscal señala "que no parece que tales servicios, que en la sentencia no se cuestionan, justifiquen el indulto respecto a unos hechos que sin duda los oscurecen".
A Barrionuevo le quedan pendientes de cumplir tres años de cárcel; a Vera, dos años y siete meses; a Sancris-tóbal, dos años y cinco me-ses; a Planchuelo, dos años y cuatro meses; a García Damborenea, 1 año y 11 meses; a Hierro y Sáez Oceja, un año y cinco meses, y a Hens y Corujo, un año y tres meses.