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INTERNACIONAL

Los intereses económicos facilitan el diálogo de India con Pakistán

Nueva política de India respecto a Pakistán. Gobierno y empresarios tienden ahora puentes hacia el conflictivo vecino, en busca de apoyo en las negociaciones de noviembre en la OMC. La invitación de la Administración india para que el líder paquistaní, el general Pervez Musharraf, haga una visita oficial al país puede abrir una nueva era en las relaciones entre ambos países.

Los intereses comerciales de India y Pakistán son similares. ¿Por qué no tener un diálogo, entonces?", se pregunta el secretario general de la Federación India de Cámaras de Comercio e Industria (Ficci), Amit Mitra.

El interés de los empresarios en mejorar las relaciones con Pakistán ha supuesto un acicate para el Gobierno. El primer ministro indio, Atari Vajpayee, se ha implicado de lleno y la semana pasada cursó una invitación formal para que el general paquistaní, Pervez Musharraf, líder del país tras el golpe de Estado en septiembre de 1999, haga una visita oficial. Pakistán ya ha respondido positivamente a este acercamiento.

Se abre una nueva era en las relaciones entre los dos países. India y Pakistán nacieron enfrentados en 1947, cuando consiguieron la independencia de Inglaterra, pero no como un territorio único, sino como dos naciones. El saldo es más de cinco décadas de rivalidad y tres guerras.

Los empresarios indios son los primeros interesados en normalizar las relaciones con el vecino. El volumen oficial de intercambio comercial entre los dos países es de 150 millones de dólares (unos 128 millones de euros). Pero, según explica Mitra, el comercio "no oficial" asciende a 1.000 millones de dólares (193.000 millones de pesetas).

Los indios prefieren el comercio "no oficial" a las vías regulares por dos razones: la lista de productos que India puede exportar a Pakistán se restringe a 606 y los aranceles son superiores al 50% del valor del producto.

"Apenas dos o tres productos entran de contrabando desde Pakistán a India, mientras que todos los días salen de nuestro país cientos de productos con destino a nuestro vecino a través de vías alternativas", afirma el secretario de la Ficci. El camino más utilizado es la vía Irán, Turkmenistán, Afganistán y, finalmente, Islamabad, la capital paquistaní.

Una delegación india, compuesta por 37 ejecutivos de las empresas más importantes del país, visitó la semana pasada Islamabad y consiguió el apoyo de las autoridades paquistaníes para buscar soluciones que eviten este contrabando. Mitra afirma que las soluciones pasan por una reducción de los aranceles a una tarifa media del 28% y una inversión decidida en las vías de comunicación.

Comercio exterior

Estos acercamientos se enmarcan dentro de la nueva política del Gobierno de Vajpayee para fomentar el comercio exterior. El ministro del ramo, Murasoli Maran, lo explicaba la semana pasada en su visita oficial a Madrid: "Nuestro peso en el comercio mundial es del 0,7%; queremos llevarlo al 1%".

El Ejecutivo ha declarado el presente decenio como la "década del desarrollo". El objetivo es lograr un crecimiento sostenido del 8% y doblar la renta per cápita. Para ello, Maran ha implicado a su ministerio en la captación de inversores extranjeros.

La campaña del ministro indio de Industria y Comercio ha coincidido con el enésimo enfrentamiento entre la eléctrica estadounidense Enron y el Estado de Maharashtra. Los problemas han llevado a Enron a amenazar con abandonar un proyecto de 2,9 millardos de dólares (unos 545 millardos de pesetas) para suministrar energía a toda la zona. La razón está en las continuas sanciones que Maharashtra impone a Enron cada vez que la compañía no puede alcanzar el 100% de su capacidad en las tres horas siguientes a su puesta en marcha.

"Es un caso particular", se apresura a afirmar Maran. "Es fruto del mal acuerdo que Enron firmó en 1995. Eso no debe echar atrás a otras compañías. Un mal trago no tiene por qué amargar toda la bebida", se defiende con efusividad Maran. El ministro elogia las facilidades de inversión en India, asegurando que su país es el más liberalizado de toda la región.

La inversión directa es fundamental para el crecimiento del país. La Reserva Federal de India, la autoridad monetaria, ha exigido a la Administración el control del gasto público, para aliviar el déficit fiscal, que el año pasado fue del 5,1% del PIB, según los datos del Banco Asiático de Desarrollo.

"El déficit público es insostenible a largo plazo", reconoce el embajador de India en España, Deepak Vohra. De ahí la necesidad de fomentar las inversiones extranjeras para sostener un ritmo de crecimiento del 8%. La única forma de equilibrar un país que es la patria de los más ricos y los más pobres: el potencial para convertirse en la quinta economía del mundo y un tercio de la población viviendo en la pobreza.

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