El Gobierno da carpetazo al expediente por el acuerdo entre Telefónica y BBVA
El Gobierno ha decidido dar carpetazo al expediente abierto por la alianza de Telefónica y el BBVA para vigilar el posible "abuso de posición dominante" y las implicaciones del pacto. El Servicio de Defensa de la Competencia concluye que no tiene información suficiente para apreciar irregularidades a la luz de la normativa existente. Aquí acaba un expediente que nació como consecuencia de la tormenta política que generó el anuncio de la alianza, en plena campaña electoral, y que reforzaba el papel de un ya acosado Juan Villalonga.
No hay causa. Poco más de un año después de la apertura de la investigación y tras 15 meses de vida del acuerdo, el Servicio de Defensa de la Competencia ha sobreseído el expediente abierto por el pacto entre Telefónica y el BBVA.
El organismo dependiente del Ministerio de Economía considera, tras la investigación realizada, que "el escaso grado de concreción de los proyectos impide un juicio a priori a la luz de la normativa de competencia". Y concluye: "Sólo el progresivo desarrollo de los términos de la alianza mediante su materialización en acuerdos concretos permitirá un análisis riguroso del alcance de los mismos y sus posibles efectos en los mercados afectados".
æpermil;ste ha sido el caso de Movilpago, sociedad conjunta entre Telefónica Móviles y el banco sobre la que ya se pronunció, y de Uno-e, donde todavía está pendiente el visto bueno de Economía para que Terra tome el 49% del capital. Así, el Gobierno puso fin ayer a una investigación que se abrió como consecuencia de la tormenta política que suscitó un pacto firmado en plena campaña electoral y que tenía como objetivo blindar a un ya acosado Juan Villalonga, entonces presidente de Telefónica. El expediente se abrió con la intención de vigilar el posible abuso de posición de dominio en el mercado de Internet y audiovisual de las implicadas. "Las consecuencias de este proceso parecen amplias y habrá que ejercer una vigilancia sobre ellas", aseguró en febrero del año pasado Cristóbal Montoro, entonces secretario de Estado de Economía, así que Competencia analizará "muy de cerca" las implicaciones del pacto.
Vigilancia
Otros altos cargos del Gobierno afirmaron que la alianza se vigilaría "con lupa", y una de las primeras consecuencias de esta preocupación fue la decisión del Ejecutivo de revisar el expediente paralelo que tenía abierto a BBV y Argentaria por su fusión. El resultado fue intensificar la presión sobre el banco y obligarle a mayores desinversiones en medios de comunicación, al considerar las acciones propiedad de Telefónica en este campo como inversión directa del BBVA.
Las repercusiones políticas tuvieron una influencia directa en el desarrollo de la alianza. El BBVA fue el primero en dar marcha atrás y renunció a nombrar a Juan Villalonga vicepresidente y consejero de la entidad bancaria. En abril del año pasado, el Gobierno anunció que abría la investigación. Y el acuerdo se sepultó en el olvido, a pesar de las declaraciones públicas de Telefónica de que seguiría adelante, con expediente o sin él.
El intercambio accionarial, uno de los puntos estrella del pacto, se ha quedado a medio camino. Telefónica sólo tiene el 1,3% del banco, frente al 3% firmado, y el BBVA se ha quedado en el 6,31% (estaba comprometido a tomar el 10%). La entidad bancaria ha llegado al punto de comunicar oficialmente que un "potencial" aumento de la participación en Telefónica "se basaría exclusivamente en oportunidades de mercado".
El acuerdo estuvo sepultado hasta que el principal problema, Juan Villalonga, salió de Telefónica. Con la llegada de César Alierta y de Fernando Abril-Martorell, la operadora comenzó a resucitar el acuerdo. Primero llegó la aprobación, aunque con condiciones, del nacimiento de Movilpago, la sociedad llamada a desarrollar y comercializar un medio de pago electrónico a través del móvil. El visto bueno se dio en noviembre, con la obligación por parte de las implicadas de abrir la compañía a terceros.
Pero la constatación definitiva de la resurrección del pacto se produjo hace menos de un mes, cuando ambas compañías materializaron tres de los 14 acuerdos de la alianza y remozaron la foto de familia, con la sustitución en la imagen de Villalonga por Alierta y Abril.
La investigación del pacto Telefónica-BBVA no es el único expediente que se ha cerrado a raíz de la salida de Villalonga de Telefónica. Poco después de su dimisión, la CNMV dio carpetazo también al expediente abierto contra el ex presidente de la operadora por presunta utilización de información privilegiada para la compra de opciones sobre acciones.
Comienza la guerra de precios en el acceso rápido a Internet
Telefónica estudia actualmente reducir su tarifa básica mensual de conexión a Internet por ADSL (alta velocidad) de 6.500 a unas 4.500 pesetas, lo que supondría una rebaja cercana al 30%, según informaron a Europa Press en fuentes cercanas a la empresa.
De este modo, la compañía, que no confirmó dicha medida, reaccionaría a los servicios de acceso a Internet por ADSL de sus competidores Wanadoo (France Télécom) y Eresmas (grupo Auna). Actualmente, Telefónica dispone de una promoción por la que no cobra a sus clientes cuota de alta.
Además, el objetivo del grupo presidido por César Alierta pasaría por centralizar definitivamente en Telefónica todos los servicios de ADSL, que inicialmente fueron comercializados a través de la filiales Terra y de Telefónica Data.
Wanadoo España anunció ayer el lanzamiento de su servicio ADSL con dos modalidades de acceso. Por un lado la conexión ONE, para particulares, que sale a un precio de 6.900 pesetas al mes, que alcanza una velocidad de 256k, y por otro la conexión PRO, destinada a empresas, que tiene un precio de 13.900 pesetas, con una velocidad de hasta 512k. Además, Wanadoo ofrece la posibilidad de conectar un equipo de fax a la línea de teléfono y estar recibiendo faxes al mismo tiempo que se busca información en la Red.
Mientras, la filial de Internet del grupo Auna, Eresmas, anunció el pasado lunes el lanzamiento de una serie de productos similares, con precios de cuota mensual desde 6.500 a 14.995 pesetas al mes, con tres modalidades de acceso y una velocidad máxima de dos MB por segundo.
El desarrollo de Internet de alta velocidad es fundamental para el buen funcionamiento de la Red. En las horas de mayor concentración del día, la lentitud de las conexiones está suponiendo un impedimento para su desarrollo.