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El Tesoro utilizará derivados en la gestión de su cartera de deuda

El Tesoro realizará este año operaciones en los mercados de derivados, concretamente swaps de intereses, con el fin de flexibilizar la gestión de la cartera de deuda y disminuir al máximo la exposición del Estado al riesgo de variaciones de los tipos de interés.

La dirección general del Tesoro y Política Financiera contará este año con instrumentos más sofisticados para flexibilizar y mejorar la gestión de la cartera de deuda, con el fin de minimizar el coste y conseguir que ni la subida ni los descensos de los tipos de interés afecten más en España que en otros Tesoros europeos. En los próximos meses tiene previsto empezar a realizar operaciones en el mercado de derivados, concretamente swaps de intereses, en las que podrán actuar de contrapartida las entidades financieras que ostenten la condición de creador de mercado de deuda pública.

Los swaps pueden utilizarse para transformar una obligación de pago a tipo fijo en otra a tipo variable, permitiendo a los participantes en la transacción adecuar sus pagos a sus necesidades y deseos, dado un determinado contexto de tipos de interés.

En los últimos años se ha primado la emisión de bonos (largo plazo) sobre las letras (corto plazo), con el fin de alargar la vida media de la deuda y llevarla a niveles similares a los que se registraban en otros países de Europa. A mediados de los noventa la vida media de la deuda española era de las más bajas de Europa.

La estrategia ha dado buenos resultados, al permitir reducir la concentración de vencimientos a corto plazo y, con ello, minimizar la exposición del Estado a las subidas de los tipos de interés.

El alargamiento de la duración de la deuda y una cartera en la que tienen mucho más peso los instrumentos a largo plazo reduce, sin embargo, la capacidad del Tesoro de beneficiarse de los descensos en los tipos de interés, por lo que el cambio actual de expectativas, ante la desaceleración económica mundial, puede ser uno de los argumentos que haya animado al Tesoro a utilizar esta nueva herramienta. El objetivo, en definitiva, es conseguir una mayor estabilidad. Como el Tesoro sólo emite a tipo fijo, la única forma de beneficiarse de descensos en los tipos es con las letras, pero el mercado cada vez demanda instrumentos a más largo plazo. Con los swaps se puede lograr ese equilibrio sin tener que sacrificar la actual política de emisiones.

Además, la utilización de los swaps es posible ahora que se ha ensanchado el mercado con la llegada del euro. La capacidad del mercado de swaps en pesetas era insuficiente para absorber operaciones del volumen de las que debería realizar el Tesoro.

La fórmula permite ajustar la estructura de pagos de la deuda del Estado, de forma que se recupere la relación coste-riesgo deseada.

El Tesoro establecerá un objetivo en términos de riesgo máximo aceptable a medio plazo, sujeto a una restricción de pagos por intereses. Lógicamente, los objetivos en cuanto a coste y riesgo no pueden ser fijos en el tiempo, por lo que se revisarán periódicamente para reflejar las condiciones del mercado.

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