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El BCE deja los tipos en el 4,5% y el euro sigue a la baja

En una decisión esperada por los analistas, el Banco Central Europeo (BCE) optó ayer por mantener invariable, en el 4,5%, su tipo director. La escalada de precios -por ejemplo, la inflación alemana se situó en mayo en su mayor nivel desde 1993- parece impedir a la autoridad monetaria reaccionar frente al también marcado enfriamiento de la economía, que apenas creció en el primer trimestre en Francia un 0,5% y en Alemania, un 0,4%. En vista de ello, el euro se sigue resintiendo frente al dólar.

Esta vez, la decisión de Wim Duisenberg y sus colegas no sorprendió a nadie, el último movimiento de los tipos -del 4,75% al 4,5%- se había efectuado apenas hace dos semanas y los actuales datos de inflación difícilmente permiten justificar un nuevo abaratamiento del precio del dinero.

Como es usual en las reuniones intermedias sin rueda de prensa, el BCE no facilitó detalles acerca de la decisión de su consejo de Gobierno.

Los que sí hablaron fueron los analistas. "En estos momentos es difícil encontrar un buen argumento para una bajada de tipos", afirmó Volker Nitsch, de la Bankgesellschaft Berlin, en declaraciones a Bloomberg. "A la vuelta de cada esquina hay una desagradable sorpresa en materia de inflación".

En Alemania, los precios se dispararon un 3,5% en mayo, su crecimiento más alto desde diciembre de 1993, según comunicó ayer la Oficina Federal de Estadísticas, basándose en los datos preliminares de seis Estados federados. En marzo se había registrado un ya alto 2,9%.

Las presiones provinieron sobre todo de los alimentos (cuyos precios subieron entre un 5,7% y un 9,9% en mayo), de los costes de la energía para los hogares (12,9%-15,8%) y de los combustibles (13,1%-17,1%).

Inflación del año 1993

Armonizada en términos europeos, la inflación en Alemania incluso fue del 3,6%, superando el 3% por primera vez desde el inicio de este tipo de cálculo, en enero de 1995.

También en Italia la inflación en mayo subió más de lo esperado (3%), pero bajó ligeramente en tasa anualizada. Aunque aún relativamente moderados, en Francia los precios de abril se incrementaron más que en los últimos siete meses (2%). En España, otro de los grandes de la economía europea, la inflación se situó en el 3,9% en abril. Ese mismo mes, en toda la zona euro se registró un 2,9%, tras un 2,6% en marzo.

"Antes de volver a mover los tipos, el BCE esperará mejores datos de inflación, que llegarán a partir de junio", afirma Michael Holstein, del DG Bank en Francfort, quien cree que en los próximos meses habrá dos bajadas del 0,25%.

Tanto la autoridad monetaria como los analistas creen que la inflación muy pronto volverá a ceder, acercándose para finales de año al 2% que se ha propuesto como máximo el BCE. La razón es el llamado efecto base estadístico: dado que los precios comenzaron a subir fuertemente a mediados del 2000 con la disparada del crudo, la comparación interanual arrojará una tasa menor por esta misma época del año.

No obstante, este tipo de consideraciones de poco le sirve al euro, que ayer cayó por debajo de los 86 centavos por dólar, su menor nivel en más de seis meses.

Los mercados han asumido que el Banco Central Europeo mantendrá como principal prioridad de su política monetaria el control de la inflación y, en menor medida, el fomento del crecimiento económico. La presión de la autoridad monetaria estadounidense, que ha bajado los precios hasta el 4%, no parece haber surtido efecto sobre Wim Duisenberg.

 

El euro reacciona con una nueva caída

El euro experimentó ayer una nueva depreciación contra el dólar y se situó en el cambio más bajo de los seis últimos meses: 0,858 dólares, según el cambio oficial establecido por el Banco Central Europeo.

No obstante, a últimas horas de la tarde la moneda única conseguía afianzarse ligeramente y recuperaba los 86 centavos de dólar perdidos durante la mañana.

La debilidad del euro se acentuó por la buena posición del dólar y la mala situación de la economía alemana, de la que ayer se conocía un crecimiento del producto interior bruto en el primer trimestre del año de tan sólo el 1,6%, el valor más bajo desde el tercer trimestre de 1999.

Además, la Oficina Federal de Estadística pronosticaba que el índice de inflación para mayo ascenderá al 3,5%, la mayor cifra desde diciembre de 1993. Durante toda la jornada de ayer circuló en los mercados la posibilidad de una intervención de la autoridad monetaria para mantener el precio del euro.

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