El barril de crudo roza 30 dólares y alienta los temores inflacionistas
Tensión en los mercados del petróleo y el oro. El temor a la escasez de reservas de gasolina en EE UU y la insistencia de la OPEP en que no aumentará la producción en junio han situado el brent cerca de los 30 dólares por barril. Mientras, la cotización del oro se ha disparado un 10%, hasta 290 dólares por onza. El metal vuelve a cotizarse como refugio ante las tensiones inflacionistas.
El precio del crudo tipo brent, el de referencia en Europa, rozó ayer los 30 dólares por barril, aunque al final el valor para entrega en junio bajó hasta los 29,40 dólares. El crudo recupera así la senda alcista del año pasado y reaviva los temores inflacionistas.
La cotización también está siendo espoleada por la nueva Administración estadounidense, que apoya un precio próximo a los 28 dólares por barril para beneficiar a los pequeños y medianos empresarios del petróleo. Sin embargo, los países de la UE preferirían ver el crudo a niveles de 25-26 dólares.
El valor del brent ha crecido un 20% en dos meses. La razón principal está en la continua especulación con la escasez de reservas de gasolina en EE UU de cara al verano, la temporada de mayor demanda.
Las refinerías estadounidenses están funcionando al 93,5% de su capacidad, según el último informe del American Petroleum Institute (API), la institución que representa a empresarios del petróleo en EE UU. El API afirma que los inventarios de gasolina están dos millones de barriles por encima de los niveles del año pasado, pero todas las previsiones indican que el crecimiento de la demanda excederá con mucho ese ligero aumento. El precio de la gasolina subió ayer 1,3 centavos en el mercado de Nueva York, hasta 1,082 dólares por galón (cuatro litros).
El otro gran factor es la negativa de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a subir su cuota de producción, que es de 24,2 millones de barriles diarios. El cartel ha retirado del mercado 2,5 millones de barriles diarios en lo que va de año, con el objetivo de empujar al alza los precios.
Los dirigentes de la organización han repetido hasta la saciedad que no aumentarán la oferta de crudo en la reunión prevista para el 5 de junio. Pero parece que los analistas no acaban de creérselo, porque cada vez que un ministro de los 11 países de la OPEP repite el manido mensaje vuelve a dispararse el precio del petróleo.
La presión para que el cartel, que representa el 40% de la producción mundial, aumente su oferta se ha redoblado en las últimas semanas. El secretario de Energía de EE UU, Spencer Abraham, reclamó la semana pasada un aumento urgente. El API lo pidió ayer mismo y la Agencia Internacional de la Energía (AIE), dependiente de las 26 naciones más industrializadas, lo lleva exigiendo todo el año.
Pero la OPEP seguirá en sus trece mientras la cotización no se dispare. El mecanismo que utiliza el cartel para vigilar la evolución del mercado es una cesta de siete crudos, cuya media semanal está en los 26,05 dólares. La OPEP afirma que la única manera en que está dispuesta a aumentar su producción es aplicando su mecanismo automático: incremento de 500.000 barriles diarios si la cotización de su cesta supera durante 20 días consecutivos los 28 dólares. Una tesitura nada deseable para la UE.
Revolución en el oro
El auge del petróleo ha coincidido con la subida del oro. Entre el viernes y el lunes la onza ha registrado sus mayores ganancias de los últimos 20 meses. La cotización del metal se ha disparado en todos los mercados más de un 10%. Una onza para entrega en junio cuesta ahora 290 dólares en Londres. El jueves cotizaba a 270 dólares.
Algunos inversores han acudido a comprar oro en busca de un refugio ante la marea inflacionista que se extiende por todo el mundo. Los datos del IPC de abril en la UE y en EE UU confirman el crecimiento de los precios. La tasa de inflación comunitaria se situó en el 2,9%, superando ampliamente el objetivo anual del 2%. En EE UU, la tasa interanual está en el 3,3%, aunque allí este dato fue recibido con optimismo en Wall Street.
El proyecto energético del presidente de EE UU, George Bush, de carácter claramente expansivo, y la política agresiva de la Reserva Federal, que ha bajado 2,5 puntos los tipos de interés hasta el 4%, emiten signos claros de que el problema de la inflación puede agudizarse en los próximos meses. A última hora, el mercado operó ayer ligeramente a la baja. El precio de la onza de oro cayó tres dólares en Nueva York, aunque los precios siguen siendo los más altos de los últimos 11 meses.
De hecho, los analistas están seguros de que el oro seguirá cotizando al alza y alcanzará pronto los 300 dólares por onza. El mercado se ha tomado un respiro, tras la intensa jornada del viernes, en la que los grandes productores llegaron a quedarse sin metal para vender.