Unión Fenosa entrará en la puja por la privatización de la energía checa
La compañía eléctrica Unión Fenosa ha mostrado su interés por participar en la privatización del sector energético de la República Checa, mientras que los Gobiernos de Madrid y Praga acordaron firmar un amplio convenio de cooperación en materia de turismo.
La visita a la República Checa del Príncipe de Asturias en los primeros días de este mes parece haber servido como trampolín de impulso para el aterrizaje de las empresas españolas en un país candidato a la primera ampliación de la UE y donde hasta la fecha nuestra presencia apenas supone el 0,3% del total de la inversión extranjera recibida.
Al hilo de este viaje, y de la plenaria del comité bilateral hispano-checo que se organizó al efecto, la delegación empresarial española, que encabezaba el secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, pudo analizar en directo una serie de proyectos, entre los que destaca la confirmación del interés de Unión Fenosa por participar, a través de sus filial Soluziona, en la privatización del sector energético checo.
En concreto, las aspiraciones de la compañía española se centran en la esfera de la distribución de energía eléctrica y gas, áreas en las que también parece interesada Iberdrola, aunque el ministro de Desarrollo Regional de Praga anunció que la intención de su Gobierno es privatizar en bloque, es decir, evitar la segmentación de mercados, para vender toda la actividad de forma conjunta, incluidas las centrales térmicas y las nucleares.
Al margen de la energía, otros proyectos españoles en la República Checa que se conocieron durante el viaje fueron los del Grupo Antolín para crear una nueva fábrica de suministro de tapicería para coches; la ampliación de las líneas de producción de Estampaciones Sabadell en æscaron;valy, la nueva línea de producción de componentes para electrodomésticos de Zerco; las gestiones del Gru-po Barceló para comprar o alquilar nuevos hoteles en el país centroeuropeo, o la participación de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en un proyecto de tarjetas inteligentes.
Aunque las negociaciones para su adhesión a la UE son actualmente la principal prioridad de la política exterior de la República Checa, el Gobierno del presidente Milos Zeman ha mostrado su interés por negociar un acuerdo de cooperación económica con España, similar al que se firmó con la extinta Checoslovaquia en 1986, y desean también aprovechar la experiencia española en la reestructuración de la industria metalúrgica.
El modelo de Paradores viaja a Europa del Este
Entre los sectores en los que las autoridades checas están interesadas en atraer a los inversores españoles (energía, telecomunicaciones, automóvil y nuevas tecnologías) destaca especialmente el turismo, área en la que el secretario de Estado español, Juan Costa, ha alcanzado un acuerdo para firmar un convenio bilateral de colaboración que permitirá, entre otras cuestiones, trasladar a la República de Checa el modelo de la Red de Paradores, iniciativa que podría extenderse también a otros países de Europa del Este.
La apertura de una Oficina de Turismo de la República Checa en Madrid y la cooperación en materia de turismo rural son otras de las iniciativas a desarrollar a corto plazo en esta área, que en la actualidad mueve unos flujos de visitantes de más de medio billón de personas anuales, repartidos al 50% entre los españoles que viajan a Chequia (muy concentrados en Praga) y los checos que lo hacen hacia España.
Por otra parte, y dentro de las actuaciones programadas por la Secretaría de Estado de Comercio para dinamizar las relaciones comerciales y de inversión entre los dos países, para el año 2001 se han programado 130 misiones comerciales para empresarios; la participación en 13 certámenes feriales con pabellones oficiales y agrupados; la realización de 41 estudios de mercado; seis seminarios informativos, y ocho visitas a Praga de altos cargos de la Administración española, complemento de la que realizó el presidente Zeman a Madrid a mediados de marzo.