Ibarretxe se inclina por formar un Gobierno tripartito con EA e IU
En el PNV se considera que la opción de Gobierno más probable en el País Vasco después de los resultados del 13 de mayo incluye, de momento, un acuerdo con Eusko Alkartasuna, que tendrá grupo parlamentario propio, e Izquierda Unida.
Los nacionalistas llegaron a estudiar varios escenarios antes de las elecciones del 13 de mayo para mantenerse al frente del Ejecutivo vasco. En el supuesto de que las candidaturas del PP y la del PSE obtuvieran más escaños que la de la coalición PNV-EA, el partido de Xabier Arzalluz hubiera intentado negociar con los socialistas, aunque fuera en una posición de clara desventaja. Como ellos preveían, el nacionalismo ha salido reforzado en los comicios y el pacto de Gobierno con más probabilidades de prosperar compromete a Izquieda Unida, sin descartar una recuperación del PSE como socio a medio plazo.
Cuando Ibarretxe acaba de iniciar la ronda de contactos con los distintos grupos para la formación de Gobierno, el único problema que plantea la incorporación al mismo de IU es la resistencia de un sector de Eusko Alkartasuna a compartir estas responsabilidades con una coalición que no es nacionalista y también la oposición de una parte de la dirección de IU a entrar en el Ejecutivo sin compartir la presencia con los socialistas. El coordinador de la coalición en el País Vasco, Javier Madrazo, considera que estas resistencias son superables y podrá sentarse sin dificultades en el Gobierno de Vitoria cuando terminen las negociaciones con Juan José Ibarretxe.
La renuncia del PSE a formalizar una coalición de Gobierno con el PNV es, de momento, firme, aunque los socialistas tampoco niegan que a mitad de legislatura se abra un escenario sólido de cooperación que les conduzca a convertirse de nuevo en socios del nacionalismo, como en la época más larga de José Antonio Ardanza como lehendakari.
Un pacto del PNV y EA con IU blindaría al Gobierno resultante contra posibles mociones de censura y sustos en las votaciones parlamentarias. Entre las tres formaciones suman 36 escaños en un Parlamento de 75. Sólo podría ser derrotado en el supuesto improbable de que PP-UA (19 diputados) y el PSE (13) se alinearan con los siete de EH. Si IU quedara fuera del Gabinete, siempre podría sumar sus tres votos a los de populares y socialistas, poniendo en aprietos a Ibarretxe.
El lehendakari reanudará mañana con el portavoz de EH, Arnaldo Otegi, la ronda de contactos con los dirigentes de los partidos con representación parlamentaria iniciada el viernes.
Tras esta entrevista, se reu-nirá el miércoles con el secretario general del PSE, Nicolás Redondo, el jueves con el ex candidato del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, y el viernes finalizará la ronda en un encuentro con los máximos dirigentes de la coalición PNV-EA, Xabier Arzalluz y Begoña Errazti.
Arzalluz dice que dejará la presidencia del PNV y que confía en el liderazgo del 'lehendakari'
Redondo da a entender que no votará contra la investidura del candidato nacionalista
El presidente del PNV, Xavier Arzalluz, anunció ayer su retirada progresiva de la vida política y señaló claramente a Juan José Ibarretxe como el nuevo líder que necesita su partido.
En una entrevista publicada ayer en el periódico navarro Diario de Noticias afirmó que "a mí ya me toca irme, yo ya estoy en retirada" y añadió que "es importante contar con un hombre como Ibarretxe, con un verdadero líder social" para el proceso interno de renovación. Arzalluz puso un plazo de dos o tres años para "diseñar el relevo".
Ante la próxima votación en la Cámara vasca para elegir nuevo lehendakari, el líder del PSE-EE, Nicolás Redondo Terreros, dio a entender ayer que su partido está dispuesto a no votar contra Ibarretxe. Si éste "acepta las reglas del juego y rechaza la violencia " para "conseguir un objetivo político, no puedo decirle que no durante la sesión de investidura". Redondo condenó, además, el ataque perpetrado el sábado contra el domicilio del portavoz socialista en las Juntas Generales de Álava, Juan Carlos Prieto.
Las declaraciones del presidente José María Aznar el pasado sábado han levantado ampollas en el PNV. Aznar dijo en Zaragoza que "la sociedad vasca no está madura para recibir el mensaje del cambio" del PP.
El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Ansagasti, respondió ayer que es Aznar el que "no está maduro para la democracia".