El máximo directivo de Cajastur, presidente de Cantábrico
El nuevo consejo de Cantábrico eligió ayer por unanimidad a Manuel Menéndez, máximo directivo de Cajastur, presidente de Cantábrico en sustitución de âscar Fanjul. El presidente de la entidad, la única que mantiene los derechos políticos en la empresa, accede al puesto ante la situación que atraviesan los otros socios: el grupo portugués EDP y la alemana EnBW, tras la decisión del ministro de Economía, Rodrigo Rato, de eliminarles el voto de forma cautelar.
Y han sido Ferroatlántica (el socio español de EnBW) y EDP, tras días de densas negociaciones, las que han propuesto a Menéndez como presidente. A su juicio, este tema hay que encuadrarlo en el ambiente de consenso existente y las conversaciones entre los accionistas "ante esta especial etapa". Se trata, según Menéndez, de una solución no deseada, pero que va a afrontar de forma que la eléctrica no sufra un vacío de poder. No obstante, subrayó que su presidencia es provisional, no ejecutiva y no se dedicará a ese cargo en exclusiva. El consejo y él confían en el equipo de gestión actual y dijo que se analizará el nombramiento de un consejero delegado. En esta línea aseguró que Cantábrico optará a la compra de los activos que Endesa ha puesto en el mercado agrupados en una sociedad, en caso de que la operación la consideren rentable y salga a un precio adecuado. Pese a que su presidencia no sea ejecutiva, no se dejarán de tomar decisiones estratégicas para la empresa. Tampoco descartó que sea preciso convocar una junta extraordinaria si las compras o inversiones necesitan financiarse con ampliaciones de capital o emisión de bonos. Y es que el consejo saliente no presentó, como es usual, la posibilidad de acogerse a esas medidas.
En el consejo previo a la junta presentaron su dimisión los 21 consejeros de Cantábrico y el ya ex presidente âscar Fanjul, y se eligieron nueve (el mínimo permitido por los estatutos). De éstos, cinco representan a Cajastur y Caser (entre ellos, el presidente de la entidad financiera, Manuel Menéndez, que ya estaba en el anterior consejo) y el resto son independientes.
La junta aprobó asimismo el proyecto se sacar a la compañía de Bolsa, previsiblemente a través de una OPA de exclusión. Ahora, en un plazo de tres meses, se abren varios escenarios sobre el futuro de la empresa. La clave más importante reside en la decisión que tomará el Gobierno: si opta después del periodo legal pertinente por reducir al 3% los derechos políticos de los dos accionistas extranjeros de Cantábrico con participación pública (EDP y la alemana EnBW); si decide no aplicar la normativa que permite esa restricción o si se aplica sólo a uno de ellos. En caso de que ambos socios se queden si derechos políticos, la etapa interina de Menéndez se puede alargar. æpermil;ste no quiso referirse a esa posibilidad y manifestó que se mantienen conversaciones positivas respecto a las restricciones. Un escenario posible es que el Gobierno dé ciertas ventajas a EDP para recomponer las participaciones accionariales.