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EE UU rebaja los tipos de interés al 4% para reanimar la economía

La Reserva Federal de Estados Unidos bajó ayer los tipos de interés interbancarios otros 50 puntos básicos, colocándolos al 4% (el nivel más bajo en siete años). Además, avisó que sigue habiendo riesgos de excesiva debilidad económica, con lo que deja abierta la puerta para abaratar aún más el precio del dinero.

Alan Greenspan no dio sorpresas esta vez. El banco central estadounidense se ajustó a lo previsto por los expertos y bajó en 50 puntos básicos los tipos de interés interbancarios, que se colocan así en el 4% (el nivel más bajo en siete años y por debajo de los tipos de referencia del BCE). Los gobernadores recortaron también en 50 puntos básicos la tasa de descuento, que se coloca en el 3,5%.

Además, avisaron que la balanza de riesgos "sigue inclinándose a favor de condiciones que pueden generar debilidad económica en el futuro previsible". Es decir, que dejan la puerta abierta para seguir abaratando el precio del dinero. Y muchos analistas de Wall Street creen que lo hará en la reunión de junio.

Los gobernadores reconocen en su comunicado que se han conseguido avances importantes en el proceso de reajuste de inventarios y que "el consumo y los gastos en vivienda se han sostenido razonablemente bien". Sin embargo, avisan que "la actividad en estos campos se ha recortado recientemente".

Resultados empresariales

Lo que más parece preocupar al banco central es la mala evolución de los resultados empresariales (algo que en Wall Street se conoce ya como la "recesión de beneficios"), que ha provocado un fuerte frenazo en las inversiones de capital.

El comunicado explica que "las inversiones en capital siguen cayendo", y pueden seguir haciéndolo en el futuro debido a "la erosión de los beneficios" y la "considerable incertidumbre so-bre las previsiones de negocio" futuras.

Además, la caída de los precios de las acciones en Bolsa puede frenar el consumo. Y los gobernadores reconocen que no hay peligro de repunte inflacionista y que las presiones en el mercado laboral se han reducido (la tasa de paro subió del 4,3% al 4,5% en abril, un mes en el que se destruyeron 223.000 puestos de trabajo).

Con la de ayer son ya cinco las bajadas de tipos de interés dictadas por la Reserva Federal desde el pasado mes de enero.

Se trata de la política de abaratamiento del crédito más agresiva ordenada por el banco central desde que Alan Greenspan asumió las riendas en 1987, y algunos operadores de Wall Street empiezan a preguntarse si "el banco central ha entrado en pánico".

Mientras, los economistas se debaten con una cesta de indicadores que lanza señales confusas. El PIB creció un 2% en el primer trimestre (el doble de lo previsto) y los primeros indicadores de consumo del mes de abril parecen esperanzadores (las ventas minoristas crecieron un 0,8% y el ánimo de los consumidores repuntó).

Sin embargo, el sector industrial atraviesa una prolongada crisis y la masiva destrucción de empleos amenaza con terminar frenando el gasto de los consumidores, que representa dos tercios del PIB.

 

La inflación no preocupa al banco central

La inflación preocupa a la Reserva Federal mucho menos que al Banco Central Europeo. El IPC de Estados Unidos subió un 3,4% en 2000 y los economistas sondeados por Reuters auguran una subida del 3% para este año.

Además, Alan Greenspan y su equipo confirmaron ayer que "la inflación sigue controlada". Es decir, que el banco central estadounidense tiene más margen que el europeo para seguir estimulando el crecimiento económico mediante bajadas de tipos.

Algunos economistas han avisado, sin embargo, que el encarecimiento de la energía pueden dar un impulso momentáneo al IPC de abril (que se presenta hoy). Lehman Brothers asegura que el indicador puede ser "bastante feo". Según sus cálculos, el IPC subió un 0,6% mensual en abril (con lo cual la tasa interanual se colocaría en el 3,7%), debido sobre todo a un aumento de los precios de la energía (3,9%) que, "desafortunadamente, no esperamos que se disipe hasta finales del verano".

 

El euro subió ligeramente tras conocerse la decisión de Alan Greenspan

La divisa europea se mostró incapaz de superar la barrera de los 88 centavos de dólar

El euro subió ayer ligeramente en el mercado de divisas de Francfort tras conocerse que la Reserva Federal estadounidense bajó el precio del dinero en medio punto, hasta el 4%, debido al riesgo de debilitamiento de la coyuntura económica de ese país.

Minutos después de conocerse la rebaja de los tipos en EE UU, el euro subió hasta los 0,8799 dólares, su valor más alto de la jornada, aunque no logró superar la barrera de los 88 centavos de dólar.

El euro abrió ayer en Francfort a 0,8744 dólares, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) fijó su cambio oficial en 0,8768 dólares.

Los expertos habían pronosticado que una nueva bajada de las tasas en EE UU, la quinta en lo que va de año, provocaría un retroceso de la moneda única, pues la medida aumentaría la confianza de los inversores en la recuperación de la economía estadounidense.

La negociación fue escasa durante la jornada, ya que muchos inversores optaron por mantenerse a la espera. Los analistas consideran que una nueva bajada de los tipos en EE UU aumentaría la confianza en la economía estadounidense y favorecería, por lo tanto, al dólar.

Target

La cotización del euro, sin embargo, no ha mejorado sensiblemente tras la reducción el pasado jueves en un cuarto de punto de los tipos en la zona euro, hasta el 4,50%, y poco después de la decisión del BCE, la divisa cayó incluso hasta los 87 centavos de dólar, un valor que no alcanzaba desde hace varias semanas. Por otra parte, el sistema de pago interbancario Target, vigente desde enero de 1999, ha contribuido eficazmente a implantar la política monetaria europea, integrar el euro y mejorar la eficacia de los pagos en la zona euro, según informó ayer el BCE.

En el primer informe publicado sobre el Target, el banco recuerda que este sistema comenzó a funcionar el 4 de enero de 1999, con la introducción del euro, para cubrir las necesidades de política monetaria del eurosistema, aumentar la eficacia de los pagos interbancarios transfronterizos europeos y proporcionar un mecanismo seguro para estos pagos.

El BCE afirma que los objetivos fijados se han cumplido al explicar el historial del Target en el informe, dividido en cuatro capítulos.

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