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BT retrasa el lanzamiento de la nueva generación de telefonía móvil

El grupo BT anunció ayer el aplazamiento, hasta finales del verano u otoño próximo, del lanzamiento de la tercera generación de telefonía móvil debido a problemas técnicos de última hora.

Este contratiempo se une a una serie de adversidades que afronta el gigante británico de telecomunicaciones, que la semana pasada decidió dividirse en dos compañías: la operadora de telefonía móvil BT Wireless y Future BT; con el fin de reducir su abultada deuda de unos 45.000 millones de dólares (unos 8,4 billones de pesetas) y recuperar la confianza de los accionistas.

BT había planeado para esta primavera llevar a cabo en la isla de Man el primer lanzamiento mundial de la tercera generación de telefonía móvil. Pero la empresa se ha visto obligada a retrasarlo debido a problemas en el funcionamiento y software de los teléfonos móviles fabricados por NEC. Un problema similar ha obligado también a la compañía japonesa NTT Docomo a retrasar hasta octubre el lanzamiento de la tercera generación de telefonía móvil planeado para mayo.

Una de las razones de las dificultades financieras que atraviesa BT es el elevado precio que tuvo que pagar por una licencia de explotación de la tercera generación de telefonía móvil en Reino Unido, subastada en 2000 por el Gobierno británico.

En el esfuerzo para reducir su deuda, la empresa ha decidido suspender el pago de dividendos a los accionistas, a los que pide que se suscriban a la emisión récord de unos 8.400 millones de dólares.

Algunos accionistas han reaccionado furiosos al conocer que el director ejecutivo de BT, sir Peter Bonfield, puede llevarse una bonificación de unos 4,3 millones de dólares a finales del año 2002.

Según el contrato firmado por la empresa con Bonfield el 4 de mayo, el ejecutivo tendría derecho a recibir en dicha fecha un premio o bonificación del 200% de su salario, más cerca de medio millón de libras.

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