Intensas negociaciones para evitar la quiebra de Aerolíneas Argentinas
Mientras el presidente argentino Fernando de la Rúa señalaba que su Gobierno "no puede hacerse cargo" de Aerolíneas Argentinas (AA), pero abogaba por mantener la línea de bandera, se intensifican las negociaciones para evitar la quiebra y buscar una solución negociada.
El presidente de Argentina está dispuesto a reunirse con José María Aznar para buscar una solución a la crisis financiera que atraviesa la compañía y que la tiene al borde de la quiebra.
Mientras la preocupación política aumenta, el sindicato Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), que agrupa a los pilotos de Austral, la otra compañía que integra Aerolíneas, está intentado desmarcarse de la situación que arrastra la matriz para no verse afectados por su posible quiebra. "Es posible que esté próximo el momento de optar por la separación de las empresas que conforman Aerolíneas Argentinas", dijo a este diario un dirigente del UALA, que agrupa a los 149 pilotos de Austral.
En su opinión, el Plan Director de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) "fue diseñado en 1999 y desde entonces han cambiado muchas cosas, por lo que creemos que ya no es viable. No se soluciona la crisis de la sociedad con despidos y reducciones salariales que son un porcentaje ínfimo del déficit anual de Aerolíneas", señaló. La propuesta del UALA, que según la fuente es compartida por gran parte de los 1.500 empleados de Austral, es independizarse de Aerolíneas.
De esta manera, "si se libera a cada empresa a su propia competitividad, la suerte que corra cada una no implica una caída en cadena de las demás". El portavoz destacó que, en el caso de Austral, "sus balances han sido positivos entre los años 1991 y 1998, bajo administración de españoles, algo que no ocurrió con AA ni antes ni después de su privatización".
En los dos años siguientes, sus balances fueron negativos "debido al manejo de directivos de American Airlines, quienes intentaron cerrarla y cargaron en esos balances parte del déficit de Aerolíneas".
Segregación
El planteamiento del UALA, que según la fuente es compartido "en silencio por otros directivos de AA", implicaría también la segregación de Aerohandling (que se ocupa de las tareas de rampa), Jet-Paq (cargas de Austral y AA) y Optar (operadora de turismo de ambas aerolíneas). Una perspectiva que no es aceptada por la SEPI, que sólo acepta la aplicación del Plan Director, según el miembro del UALA.
Los responsables de la SEPI no quisieron opinar sobre esta propuesta, ni tampoco formularon declaraciones sobre la conflictiva situación que vive la compañía desde el 24 de abril. "Lo único que podemos decir es que sigue adelante el Plan Director y cualquier otra consulta debe ser dirigida a Aerolíneas Argentinas en Buenos Aires", dijo un portavoz de Sociedad en Madrid.
Pero el UALA, que no goza de reconocimiento legal en Argentina, considera "inviable" ese plan. "Tras 500 retiros voluntarios bien pagados, lo que resta aplicar es el despido o retiro de otros 800 empleados. Además de una reducción de salarios. Eso no alcanza, ni de lejos, para resolver los problemas", explicó el portavoz de los pilotos.
"Hemos planteado y lo seguimos haciendo, que no fue legal la fusión de las cinco empresas que componen Aerolíneas Argentinas, hasta el punto de que Austral sigue teniendo su propio consejo de administración y sus propios balances, al igual que las restantes empresas".
Vuelta atrás
De ahí su posición, favorable a una vuelta atrás en la historia de Austral, antiguamente una empresa independiente de Aerolíneas. "Las otras tres empresas, por ser prestatarias de servicios a las líneas aéreas, deberían tener asegurada su continuidad, extendiendo esos servicios a las cada vez más numerosas aerolíneas que vuelan hoy en Argentina", concluyó el dirigente sindical de los pilotos de Austral.
La crisis de Aerolíneas, con un pasivo de 900 millones de dólares, se agravó con el despido de casi 500 trabajadores pertenecientes a uno de los sindicatos, el de técnicos aeronáuticos (APTA).
La huelga, iniciada para pedir la readmisión de los afectados, culminó con el arbitraje del Ministerio de Trabajo, que aplicó la "conciliación obligatoria", un mecanismo que hace cesar las medidas de fuerza y los despidos de manera temporal. El próximo miércoles 16 concluirá el periodo de conciliación.
La ministra de la cartera laboral, Patricia Bullrich, ha dicho que no quiere que quiebre la empresa, por lo cual es necesario que "el Estado español saque adelante a la compañía".
Pero Aerolíneas y la SEPI ponen como condición que los dos sindicatos que todavía no han aceptado el Plan Director, APTA y la Asociación de Aeronavegantes (AAA), acepten revisar sus convenios de trabajo y una reducción de salarios de entre el 6% y el 20%.
Un dirigente sindical pide a Cavallo que intervenga
El principal dirigente de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, ha pedido al ministro de Economía, Domingo Cavallo, que intervenga personalmente en el conflicto de Aerolíneas Argentinas.
"Si Cavallo pretende postularse como candidato a presidente en 2003, ésta es una buena oportunidad para potenciar su imagen", afirmó Cirielli.
La petición, fundada en el carácter "financiero y político del conflicto", se produjo casi simultáneamente con la convocatoria del Ministerio de Trabajo argentino a los siete sindicatos de la compañía para negociar. Y casi en el mismo momento en que el presidente De la Rúa se pronunciaba en favor de la continuidad de la empresa, aunque dejando claro que el Gobierno no se hará cargo de Aerolíneas. La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, anunció también que el Gobierno, que tiene el 5% de las acciones de Aerolíneas Argentinas, liberará fondos para pagar los salarios de abril, aún no abonados por la empresa. La dirección, por su parte, manifestó que no los hará efectivos hasta el 22 de mayo. Los trabajadores que prestan servicio en tierra, afiliados a la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), continuaban el pasado viernes ocupando el salón central del Aeropuerto de Buenos Aires. Otra parte del personal de la empresa argentina realiza movilizaciones callejeras en demanda del pago de los salarios. Tanto APA como AAA se niegan en redondo a aceptar el incremento de la jornada y el recorte de los salarios planteados.