La CE estudia unificar las sanciones por fabricar productos defectuosos
El objetivo es crear un régimen único de responsabilidad en toda la UE. La Comisión Europea estudia modificar la directiva sobre responsabilidad de productos defectuosos para armonizar su aplicación en todos los Estados miembros. Así, los consumidores tendrán derecho a un mismo nivel de indemnización con independencia del país en el que residan.
Pese a que la Europa de los Quince cuenta desde 1985 con una directiva destinada a proteger a los consumidores de los daños provocados por productos defectuosos, su aplicación no es uniforme en todos los Estados miembros.
Así, según se constata en el último informe que la Comisión Europea ha realizado sobre esta materia, las normas de la directiva coexisten en la mayor parte de los países con leyes nacionales sobre responsabilidad, y ambas son aplicadas de forma indistinta por los jueces.
En España, por ejemplo, los tribunales utilizan las disposiciones sobre responsabilidad que fija el Código Civil y las recogidas en la legislación sobre protección de consumidores y usuarios, además del régimen establecido en la directiva. El resultado de esta situación es que, con directiva o sin ella, actualmente no es lo mismo sufrir una intoxicación o tener un accidente a causa de un mismo producto en un Estado europeo que en otro.
Consciente de ello, la CE ha propuesto la realización de un estudio sobre el impacto que esta coexistencia de regulaciones tiene sobre el mercado interior y la protección de los consumidores, con vistas a adoptar un régimen único de responsabilidad en toda la UE. "Basándose en los resultados de este informe, la Comisión podría evaluar la necesidad y la viabilidad de la introducción a medio plazo de un régimen común único de responsabilidad", señala el informe.
Modificaciones
El documento elaborado por Bruselas examina los resultados que ha tenido la aplicación de la directiva y la conveniencia de modificar algunas de sus principales disposiciones.
Así, una de las cuestiones que Bruselas examinará es la posibilidad de invertir la carga de la prueba en los procesos. En la actualidad, la ley europea obliga al consumidor a probar que los daños sufridos fueron provocados por el producto que ha dado origen a la demanda. "En la práctica" -señala Bruselas- "debido a la complejidad técnica del producto o a su desaparición (en casos como los alimentos o los medicamentos) puede resultar difícil demostrar que un producto era defectuoso y la existencia de un nexo causal".
Como solución a este problema, la CE plantea la posibilidad de eximir al consumidor de tener que probar la existencia de ese nexo causal. Como ejemplo de alternativa a este sistema, Bruselas menciona el caso de España, donde los tribunales han determinado la responsabilidad en ocasiones basándose en presunciones que admiten prueba en contrario (iuris tamtum) por parte del fabricante.
Otra de las modificaciones que estudia la Comisión es la posibilidad de extender la responsabilidad de las empresas a los denominados riesgos de desarrollo, aquellos que cuando se fabricó el producto eran imposibles de prever.