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BT negocia la venta del 17,8% de Airtel a Vodafone

Vodafone y BT han puesto en marcha el Plan B de los acuerdos que firmaron cuando el ex monopolio británico cedió al líder mundial del móvil el control de la española Airtel. Desaconsejada la salida a Bolsa por la situación de los mercados, las compañías confirmaron ayer que están en negociaciones para que BT venda su participación del 17,8% directamente a Vodafone. Estas conversaciones se enmarcan en el proceso mundial de desinversiones que está haciendo el ex monopolio para reducir su elevada deuda.

Christopher Bland, el nuevo presidente de BT, apenas ha tenido tiempo de estrenar su silla cuando el ex monopolio ya ha empezado a dar muestras de resurrección. Tras meses de promesas nunca cumplidas de cambio de estrategia, BT dio ayer, por fin, la primera muestra de que ha puesto manos a la obra y que puede hacer realidad sus compromisos con los accionistas.

Con el objetivo de acelerar la amortización de su agobiante deuda (de 7,8 billones de pesetas), BT ha dado un impulso a su estrategia de vender las participaciones minoritarias que tiene en operadoras extranjeras. Y una de las primeras ha sido Airtel.

Vodafone y BT confirmaron ayer en dos comunicados idénticos que mantienen negociaciones para que la primera compre a la segunda sus participaciones en Japan Telecom (el 20%) y en Airtel. El ex monopolio británico podría ingresar unos 807.000 millones de pesetas por la empresa nipona y unos 538.000 millones por el segundo operador de telefonía móvil español, según los analistas. Y la razón de que se esté negociando de forma conjunta es conseguir un mejor precio.

Con el reclamo de la venta del 20% de Japan Telecom, BT pretende acelerar su salida de Airtel, en lo que supone la segunda parte de los acuerdos firmados con Vodafone cuando el líder mundial del móvil tomó el control del operador español. En ese momento, las compañías británicas pactaron que BT podría solicitar la salida a Bolsa de Airtel para vender en el mercado su capital y Vodafone no podría oponerse. Sin embargo, y según fuentes financieras relacionadas con la operación, la colocación tenía fecha de caducidad. Si la salida a Bolsa no se materializaba en seis meses, BT podría exigir a Vodafone que le comprara su parte.

Estos seis meses no han pasado todavía, pero la actual situación de los mercados pone en duda que la colocación vaya a ser un éxito.

Tormenta bursátil

Según diversos analistas, la única explicación para que la salida a Bolsa de Airtel se esté planteando ahora está en los pactos firmados entre BT y Vodafone. Y los expertos añaden que para garantizar la buena marcha de la colocación, el precio tendría que ser muy atractivo (léase, bajo).

De esta forma, BT estaba abocada a vigilar constantemente los mercados, a la espera de que concluyera el plazo firmado con Vodafone y pudiera obligarle a ejecutar la opción de compra. Con la negociación actual, BT ahorra un tiempo vital para convencer a sus inversionistas de que ha enmendado su estrategia. Según estas fuentes, el precio que pagará Vodafone por el 17,8% de Airtel no está definido y se sujetará a la negociación entre las partes, aunque está prevista la intervención de un mediador si no hay acuerdo.

La salida de BT del capital de Airtel no supondrá ningún cambio para la operadora española, ya que el ex monopolio británico perdió en junio la batalla por hacerse con el control de la compañía. Fue Vodafone la que ganó una lucha que duró dos años y se hizo con la mayoría, el 73,8%.

En Airtel, mientras tanto, todavía queda pendiente la convocatoria de una junta en los próximos días que tendrá que decidir si se mantienen o no los planes de salida a Bolsa. No es incompatible que el resultado sea un sí condicionado a que las negociaciones entre BT y Vodafone lleguen a buen puerto. Si el ex monopolio vende su participación a Vodafone, la salida a Bolsa no tendría sentido, al menos a corto plazo, ya que BT era el único interesado. A medio plazo, sin embargo, sí sería posible, para que Vodafone vendiera parte de Airtel, aunque sin perder el control.

La salida de Airtel dejaría a BT con una única empresa en España: BTTel, su filial de telefonía fija que, tras 11 años de operaciones y 100.000 millones de pesetas de inversión, no ha conseguido apenas resultados.

 

Los resultados de una política internacional equivocada

Los hechos están dando la razón a los inversores que acusaban a BT de mantener una estrategia internacional equivocada. Mientras que el ex monopolio se dedicaba a comprar participaciones minoritarias en multitud de operadores, su mayor rival, Vodafone, se convertía en el líder mundial del móvil con la adquisición del control de las empresas. BT siempre consideraba sus inversiones en estas empresas internacionales como una parte integral de su estrategia de expansión internacional. Pero los accionistas lo ven de otra manera, según han afirmado algunos de los grandes inversores institucionales de BT, informa Jules Stewart desde Londres.

Muchos habían condicionado su futuro apoyo a la compañía a la dimisión de Iain Vallance, que consideran culpable de la crisis financiera de BT. Vallance se marchó la pasada semana, sustituido por Bland, el hasta ahora presidente de la BBC, que ha comprometido parte de su fortuna personal con la empresa que ya preside. Según la prensa, Bland ha invertido un millón de libras (260 millones de pesetas) en la compra de acciones de BT.

Los accionistas también exigían a Bland un nuevo enfoque estratégico basado en el negocio doméstico y, sobre todo, una reducción radical de la deuda de BT en 10.000 millones de libras, un tercio del actual.

La salida de Airtel y de Japan Telecom también permitirá a BT rebajar el importe de la ampliación de capital, que según fuentes de mercado forma una pieza clave del saneamiento del balance de la compañía. Se cree que BT estudiaba liquidar los 2,6 billones de pesetas de deuda pendiente para este año de un solo golpe con una emisión de nuevas acciones.

La reacción de la Bolsa confirmó que los accionistas respaldan la nueva política de vender participaciones internacionales minoritarias. Ayer, el primer día de Bland al frente de BT, las acciones subieron un 7,35%, la mayor alza en cinco semanas y media.

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