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INTERNACIONAL

Los inversores recuperan la confianza en Vietnam

La llegada al poder en Vietnam del nuevo líder comunista ha reavivado la esperanza de un impulso al programa de reformas y, con ello, la confianza de los inversores internacionales.

Veinticinco años después de la reunificación, el debate en Vietnam no es ideológico, sino pragmático sobre "cómo lograrlo". La energía del 60% de una población de 77 millones menor de 30 años (es el segundo país más poblado del sureste asiático después de Indonesia) se dedica a estudiar el funcionamiento de la globalización y de internet. Son demasiado jóvenes para recordar la guerra con EE UU o la lucha por la independencia y tienen sed de aprender y solamente miran al futuro.

El rojo se deja para las banderas con la estrella dorada o para la propaganda del primer congreso del Partido Comunista del siglo XXI, que tiñó literalmente Hanoi y eligió el pasado día 22 al nuevo líder Nong Duc Manh, de 61 años, que sin ser un reformista incendiario, reavivó la esperanza y prometió situar a Vietnam entre los países industrializados para 2020, aunque la renta actual per cápita de 420 dólares esté entre las más bajas del mundo.

El nuevo hombre fuerte del país se comprometió también a duplicar el PIB para el 2010 y situarlo en 70.000 millones de dólares. Espera para el 2005 un crecimiento sostenido del 7,5% (7% de media en los últimos cuatro años). Según fuentes diplomáticas en Hanoi, "puede conseguirlo si imprime un ritmo más rápido a la reestructuración económica decidida en 1986 y acaba con la corrupción y burocracia", algo muy deseado por las empresas extranjeras.

La necesidad de estabilidad política fue prioritaria en la elección de Manh. Ingeniero de Montes formado en Rusia, Manh no era el más progresista para sustituir al militar prochino Le Kha Phieu, sino el único capaz de mediar. El primer ministro tailandés, Thaskin Shinaw-tra, primer líder no comunista en visitarle, se mostró convencido de que moder-nizará Vietnam "porque tiene una mentalidad muy abierta y así será su política exterior".

Lucha contra la corrupción

La independencia y la creatividad son características vietnamitas: "Existe un potencial enorme para el desarrollo en tecnología de la información. Manh debe ser valiente e imprimir velocidad a las reformas y estabilidad a las leyes. Los empresarios sólo queremos un escenario legal, estable y previsible", destaca Thien Tran, empresario farmacéutico en Singapur.

Tran, como otros empresarios con negocios en Vietnam, pide que se cumpla la promesa de atacar la corrupción con "medidas du-ras" para atraer inversión.

"El cambio en el país es imparable y prueba de ello es que entre los comunistas se llama reaccionarios a los que se oponen al avance de las reformas", añade.

Una de las primeras medidas adoptadas es la reducción al 40% (frente al 50% actual y el 80% de finales de los noventa) de la repatriación obligatoria de capital en dong (moneda local) de las exportaciones realizadas por empresas extranjeras.

La medida, calificada de positiva por analistas occidentales, es el tipo de reforma que pide al país el Fondo Monetario Internacional (FMI) que concedió recientemente un crédito de 368 millones de dólares (67.860 millones de pesetas) a cambio de promesas de reformar empresas y bancos estatales y liberalizar la política comercial y de cambios

Las dudas sobre su postura ante la liberalización que impulsa la Asean (Asociación de Naciones del Sureste Asiático) se despejarán en julio en Hanoi.

Mientras tanto, las valoraciones internacionales son positivas. Nada más conocerse su llegada al poder, la agencia de valoración Moo-dy's elevó su rating sobre la moneda local de negativa a estable, por considerar que Manh dará un impulso a las reformas que reforzará su posición externa.

 

Estrechar relaciones con España

Nong Duc Manh mantendrá en sus puestos, al menos hasta 2002, al presidente Tran Duc Luong y al primer ministro Phan Van Khai. Este último ha demostrado su interés en visitar España y establecer lazos bilaterales, un interés que, según el embajador español Ignacio Sagaz, "es mutuo". Los aplazados viajes del presidente del Gobierno, José María Aznar (el último en enero por el fallecimiento de su padre), no han disminuido el deseo de encontrar una fecha en el calendario.

"Confío en que sea este año. La presidencia española de la UE en 2002 lo hará más difícil", destaca el embajador que acaba de firmar con la Universidad de Estudios Extranjeros el establecimiento de un aula virtual del Instituto Cervantes para aprender español por ordenadores conectados con Madrid.

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