Sanidad planea prohibir las recetas con marcas de medicamentos
El Ministerio de Sanidad quiere cerrar antes del verano la elaboración del pacto de estabilidad del sector farmacéutico, su reforma más ambiciosa. Para ello, la semana pasada celebró reuniones con todos los representantes del sector, a quienes ha confirmado que abandona la idea de implantar el copago, y se decanta por imponer a los médicos la prescripción de recetas por "principio activo", sin que aparezca la marca comercial.
Desde diciembre pasado existía un compromiso por parte de Sanidad de poner en marcha este proyecto en el plazo máximo de seis meses, estudio que ha recibido diversas denominaciones y que desde el sector prefieren referirse a él como plan de sostenibilidad del sistema.
A falta de dos meses, Sanidad ha comunicado a los principales representantes del sector (farmacéuticos, laboratorios y distribuidores) las reformas que baraja para conseguir una drástica rebaja del gasto farmacéutico, que supera el billón de pesetas y representa aproximadamente de un 25% a un 30% del gasto sanitario total.
Fuentes cercanas a la negociación han confirmado a este diario que el compromiso inicial contempla "un nuevo marco de limitaciones a la industria". Es decir, que Sanidad proyecta aplicar otro recorte de los márgenes, en especial en el sector de la distribución, cuya cuantía aún no está cerrada.
Esta medida, como es lógico, no ha gustado a los laboratorios y tampoco a los distribuidores mayoristas, conocedores estos últimos de que son considerados por Sanidad como los "malos de la película".
No obstante, el ministerio admite que no se deben apretar demasiado las tuercas de los márgenes a los laboratorios por la aportación económica que realizan a investigación y desarrollo (I+D), por lo que se incentivará la inversión en este capítulo. Pero las mismas fuentes subrayan que la medida que, sin duda, causará una mayor transformación del sector es la prohibición a los médicos de recetar medicamentos con marca comercial. "Si esto prospera, las recetas deberán incluir únicamente la denominación oficial internacional del principio activo y no la marca del laboratorio que lo comercializa", explican dichas fuentes.
Bajo este nuevo sistema, serían los farmacéuticos, y no los facultativos, quienes dispensarán al enfermo el medicamento más barato corres-pondiente al principio activo recetado.
A cambio de esta merma en los ingresos de las boticas, el ministerio se compromete a no meter de nuevo la tijera en sus márgenes y, es más, incluso estaría dispuesto a dulcificar o suavizar las medidas incluidas en el decreto-ley aprobado en junio de 2000 de medidas liberalizadoras.
Entonces fue aprobado por el Gobierno, entre otras disposiciones, el bloqueo de los márgenes de oficinas de farmacia y mayoristas cuando los medicamentos superasen las 13.035 pesetas.
La medida, aunque polémica, ha satisfecho bastante al sector, ya que lo que persigue es una progresiva implantación masiva de los genéricos, que en España ahora tan sólo representan un 6% por unidades del consumo total, cuando en países como Alemania, Holanda o Reino Unido llegan a representar hasta un 60%. Y aunque en la actualidad la diferencia de precios de un genérico con un medicamento con marca oscila entre el 20% y el 30%, a medio y largo plazo puede alcanzarse el 40%, "recorte que sí significa una rebaja considerable de la factura farmacéutica total, aunque los efectos serán palpables a partir de cinco años vista".
Pacto en Andalucía para ahorrar 10.000 millones
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha alcanzado un acuerdo con el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos que perfecciona el actual concierto existente con las oficinas de farmacia, en el sentido de establecer unos precios máximos para cada medicamento.
A estos precios máximos deberán ajustarse las dispensaciones que las más de 3.500 farmacias realicen cuando el médico no indique en la receta ninguna marca comercial, es decir, empleando el argot sanitario, cuando el médico prescriba por principio activo. Tal y como informa el SAS en un comunicado, el precio máximo que se fije vendrá dado por el de las marcas más económicas del mercado, con lo que la Junta de Andalucía destaca que se producirá un ahorro tanto para el paciente, como para la Administración, estimado en unos 10.000 millones de pesetas anuales.
El SAS subraya que a partir de la firma de este acuerdo impulsará la prescripción por principio activo, conforme propugna la Organización Mundial de la Salud (OMS), sociedades científicas y otros organismos sanitarios nacionales e internacinales en sus programas de promoción del uso racional de los medicamentos.
El Servicio Andaluz de Salud espera con este acuerdo que la medida se generalice y los médicos prescriban masivamente sin mencionar las marcas comerciales, porque sólo de esta forma se podrá lograr un ahorro de 10.000 millones de pesetas anuales.
Teniendo en cuenta que en 1999 el gasto farmacéutico en recetas del Servicio Andaluz de Salud ascendió a 184.888 millones de pesetas, según el último informe de Farmaindustria, este compromiso apenas supone el 5,4% de la factura total, pero las autoridades confían en un progresivo aumento de esa cantidad.
En este sentido, las autoridades sanitarias han recordado en numerosas ocasiones que la calidad de las distintas marcas de un mismo medicamento es idéntica y está avalada por idénticos controles de calidad e inspección del Estado, sin que, por lo tanto, tenga relación alguna con el precio de la marca.
Uno de los efectos más favorables que suele acompañar a medidas de este tipo es que los laboratorios suelen ajustar bastante sus precios para conseguir ser elegidos por médicos y boticarios.
De hecho, este fenómeno ya ha ocurrido con la aplicación de los precios de referencia y es lo que pretende sin disimulos el Ministerio de Sanidad al estudiar la prohibición de recetar con marca comercial.
Y es que en los últimos años el gasto farmacéutico en recetas de todo el Sistema Nacional de Salud no ha dejado de aumentar, pese a los medicamentazos aplicados. Así, de un total de 729.000 millones de pesetas que representaba esta partida en 1995, se ha pasado a 1,041 billones, un 42,6% más.
Tal como están evolucio-nan-do los precios de los nuevos fármacos, cada vez más eficientes y sofisticados, el Ministerio de Sanidad es consciente de que si no se aplican en todo el territorio medidas que atajen el gasto de modo estructural y no meramente coyuntural, el sistema actual de prestaciones sanitarias dejará de ser viable a medio plazo y en lo que Administración y empresas es-tán de acuerdo es en que ahora es el momento de evitarlo.
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Tercera caída seguida de la confianza empresarial en la UE
La confianza de empresarios y consumidores caerá en la zona euro por tercer mes consecutivo, según una encuesta realizada por la agencia Bloomberg. La Comisión hará público los resultados de su estudio mensual el próximo jueves. Según la agencia, la confianza bajará de 102,2 en que se fijó en marzo hasta 101,9,
El estudio que lleva a cabo la Comisión se basa en una encuesta realizada a 50.000 empresas europeas -desde minoristas hasta constructoras- y 25.000 consumidores. Este informe es un indicador de la tendencia de la producción industrial y del consumo en la zona euro. El índice de la Comisión Europea logró su punto más alto en julio de 2000, cuando alcanzó los 104,5 puntos. En el mes de julio de 1996, la confianza cayó hasta los 96,8 puntos.
Caída en Alemania
La previsible caída del índice elaborado por la Comisión Europea no es la única en la zona euro. La confianza empresarial en Alemania, medida por el índice IFO, cayó de nuevo el mes pasado hasta los 93,9 puntos, pese a los repetidos llamamientos del canciller Gerhard Schröder de no caer en el "pesimismo coyuntural".
Salvo un breve repunte el pasado mes de enero, este dato se ha venido deteriorando progresivamente desde mayo del pasado año. Y no sólo eso, la recuperación de la confianza en Alemania y en el resto de Europa parece poco probable, según diversos analistas consultados por Bloomberg. Estos expertos consideran que la desaceleración está impulsada por la caída de las manufacturación, y afirmaron que "la situación sólo puede empeorar".
Según diversos analistas, estos datos difícilmente pueden mejorar. Además de el índice de confianza de empresarios y consumidores, la Unión Europea hará público el próximo jueves los datos sobre desempleo en la Unión Europea durante el mes de marzo. Los analistas prevén una reducción de la tasa de paro, según los datos preliminares. De cumplirse las previsiones, el paro bajó hasta situarse en el 8,6% de la población activa.