La inestabilidad política de Indonesia hunde la rupia y hace peligrar la recuperación
Jornada crítica hoy en Indonesia. El jefe del Gobierno, Abdurramán Wahid, se enfrenta a la segunda moción de censura promovida por el Parlamento este año. Los diputados le acusan de desviar 6,2 millones de dólares (unos 1.150 millones de pesetas) de los fondos públicos. Si la moción sale adelante, la carrera política del dirigente musulmán estará acabada.
Por eso, miles de partidarios del presidente se están desplazando a Yakarta para protestar contra el Parlamento. Las embajadas han solicitado protección especial y la policía ha tomado la ciudad con 42.000 policías preparados para disparar.
El presidente tiene un gran respaldo popular, a pesar de que su formación, Partido del Despertar Nacional, sólo representa el 10% del Parlamento. Si la moción sale adelante, Wahid tendrá un mes para replicar. Si el Parlamento rechaza las alegaciones, comenzará el proceso de destitución. Pero el presidente ya ha dicho que no dimitirá, porque eso sería lo mismo que reconocer su culpabilidad.
El temor a una revuelta popular está alejando a los inversores internacionales y ha hundido la cotización de la rupia, que en dos semanas se ha depreciado más del 10,5%. El dólar se vende a casi 12.000 rupias, la cotización más alta desde 1998, cuando la crisis económica acabó con tres décadas de dictadura de Suharto. Además, los inversores aceleran la caída de la moneda al intentar deshacerse de las rupias antes de que sigan perdiendo valor.
Ayudas congeladas
La situación del país, con el 27% de sus 210 millones de habitantes bajo el umbral de la pobreza, no puede ser más complicada. El incumplimiento de los compromisos alcanzados con el FMI ha paralizado el desembolso de 400 millones de dólares (74 millardos de pesetas). El Ejecutivo no ha dado ningún paso para la transparencia económica y prevé un déficit presupuestario del equivalente al 6% del PIB, frente al 3,7% acordado. El presidente ha lanzado un oscuro presagio: "Ni 100 cambios presidenciales podrán arreglar la economía de Indonesia".