Bruselas impulsará una directiva para prevenir los accidentes aéreos en la UE
Volar en Europa es, por el momento, una actividad segura. Pero el previsible incremento del tráfico que se producirá en los próximos años puede hacer cambiar la situación. La Comisión Europea ha propuesto una directiva para obligar a los Estados miembros a comunicar cualquier incidencia que pueda afectar a la seguridad aérea. El objetivo es prevenir catástrofes y accidentes.
Incluso los más reacios a utilizar el avión como medio de transporte tienen que reconocer que en los últimos años Europa ha gozado de un envidiable y bajo índice de accidentes.
Así, según ha manifestado la Comisión Europea, la cifra de colisiones ha permanecido prácticamente constante en la última década. Y, pese a ello, Bruselas teme el futuro. “Es de temer que el aumento previsto del tránsito pueda traducirse en un incremento inaceptable del número de accidentes en un futuro próximo”, señala la CE.
Como primera medida para disminuir ese posible riesgo, la Comisión Europea ha presentado una propuesta de directiva que obligará a los Estados miembros a notificar cualquier tipo de incidente que se produzca en el ámbito de la aviación civil.
La lista de sucesos de notificación obligatoria de la propuesta es muy amplia. Desde acontecimientos muy graves, como colisiones, secuestros, pérdida de control o aterrizajes violentos, hasta problemas de despresurización, incendios, turbulencias meteorológicas o acumulación de hielo en las alas.
Los disturbios provocados por pasajeros ebrios o violentos, el hallazgo de polizones o la incapacidad de los tripulantes de cabina para cumplir con sus obligaciones están incluidos en la lista. Como también lo está una extensa y exhaustiva enumeración de averías, detectables únicamente por los ojos de los técnicos de mantenimiento de los aviones.
El deber de transparencia que impondrá la directiva no afectará únicamente a los Gobiernos de los Quince. æpermil;stos deberán presentar anualmente informes sobre el estado de la seguridad en sus respectivos territorios y tendrán la obligación de intercambiar esa información con el resto de los Estados miembros.
Para ello, Bruselas prevé la creación de un sistema informático específico que permita a los Gobiernos europeos disponer de una amplia visión de los incidentes que se produzcan tanto en territorio comunitario como en los trayectos que las compañías europeas realicen en otros países.
La obligación de comunicar las incidencias afectará a todo el personal que trabaja en el sector de la aviación. Desde los controladores aéreos y los pilotos hasta los técnicos de mantenimiento de tierra. La CE prevé que los Gobiernos garanticen el anonimato de las notificaciones y la imposibilidad de que estos trabajadores puedan ser sancionados por sus empresas.