Motorola desoye a Tony Blair y confirma el cierre de su factoría escocesa
El fabricante estadounidense Motorola ha anunciado el cierre de su fábrica escocesa de West Lothian, el centro de alta tecnología del Reino Unido, lo que supondrá la pérdida de 3.200 empleos.
A seis semanas vista de las elecciones generales, el primer ministro británico, Tony Blair, hizo una gestión personal ante Motorola hace dos semanas para convencer a la compañía de que aplazara el cierre de otra fábrica en Inglaterra. Pero el gigante estadounidense confirmó ayer el sacrificio de la fábrica de Edimburgo, que se encuadra dentro de su programa de recorte de 22.000 empleos en todo el mundo.
El cierre de la fábrica de Motorola representa el segundo golpe que ha sufrido en los últimos días la industria de alta tecnología en Escocia. Compaq anunció a principios de mes el traslado de su fábrica escocesa a la República Checa, con el despido de 700 trabajadores. Otro fabricante estadounidense, 3M, anunció ayer una reducción de 500 puestos de trabajo en los próximos meses en sus fábricas del Reino Unido.
“Hoy es un día negro para Escocia”, dijo Bill Speers, secretario general de la confederación de sindicatos escoceses STUC. “Motorola tiene que explicar por qué abandona una fábrica que arroja beneficios. ¿No será porque la compañía piensa trasladar los costes del cierre a su fábrica de Alemania?”, subrayó.
También ayer, JDS Uniphase, fabricante de piezas para equipos de fibra óptica, anunció que eliminará 5.000 empleos, o el 20% de su fuerza laboral, para reducir costes.
JDS también redujo su previsión de resultados para el próximo trimestre o a unos 700 millones de dólares, frente a los 925,4 millones de dólares estimados por los analistas encuestados por la firma de previsiones financieras First Call/Thomson Financial. JDS trasladará la producción de más artículos a China para aprovechar los costes más bajos. La reestructuración conlleva también dejar de operar en varios negocios y desocupar 25 edificios.
JDS ha estado recibiendo menos pedidos porque los fabricantes de equipos de fibra óptica reducen sus existencias debido a la disminución del gasto en las compañías de telecomunicaciones. Esto condujo a JDS el mes pasado a recortar sus previsiones de ganancias para el segundo semestre fiscal.