La confianza empresarial vuelve a caer en Alemania sin atisbo de recuperación
Pese al llamamiento del canciller, Gerhard Schröder, a no caer en un "pesimismo coyuntural", los empresarios alemanes continúan desencantados con la marcha de sus negocios. El índice IFO de confianza empresarial cayó una vez más en marzo, de 94,9 a 93,9 puntos. Aunque la situación todavía no es "dramática", nadie se atreve a pronosticar cuando se logrará la recuperación, según el economista del IFO, Gernot Nerb. Salvo un breve repunte en enero, la confianza viene deteriorándose desde julio del año pasado. Al lado del índice principal, que se refiere únicamente a Alemania occidental, también cayeron los subíndices que miden la marcha actual de los negocios (de 91,4 a 90,7 puntos) y las expectativas a medio plazo (de 98,5 a 97,1 puntos).
Esta última disminución conduce a que Nerb considere improbable una rápida recuperación. "Todo indica que la confianza empresarial seguirá disminuyendo en los próximos meses", afirmó ayer a Cinco Días. El índice IFO, que se calcula a partir de un sondeo entre más de 6.000 empresas, es considerado el mejor indicador del futuro de la economía alemana. Junto a otros cinco institutos de investigación, el IFO pronostica para este año un crecimiento del 2,1% (tras el 3% de 2000).
Oficialmente el Gobierno aún mantiene una previsión de más del 2,6%, pero Schröder ya ha reconocido que ésta podría ser "exagerada".
El creciente pesimismo es especialmente evidente en sectores como la industria metalúrgica y química. La producción de bienes de equipo, en cambio, hasta ahora mantiene un buen tono, gracias también a que la mayoría de las empresas aún no ha recortado sus inversiones, según Nerb. También por ello la patronal industrial BDA resaltó ayer, durante la inauguración de la Feria de Hannover, que no hay peligro de recesión y prefirió hablar de una debilidad pasajera de la economía alemana. Al igual que otros expertos, Nerb considera que el Banco Central Europeo (BCE) debe reaccionar con una bajada de tipos al deterioro del clima empresarial, evidente también en Francia e Italia. Sin embargo, admite que la decisión es "difícil" para el BCE mientras no caigan los precios, cuyo crecimiento en la zona euro se mantuvo invariable en marzo, en el 2,6%.