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La tributación de las inversiones acapara las novedades del IRPF

La forma de integrar las pérdidas y ganancias de patrimonio y su tipo de gravamen, las reducciones de los seguros y de los planes de pensiones o las exenciones son algunas de las escasas novedades que se estrenan en la próxima campaña de renta.

Desde el 2 de mayo y hasta el 2 de julio, más de 15 millones de autoliquidaciones llegarán a la Agencia Tributaria para cumplir con la cita anual que los contribuyentes tienen con Hacienda. La declaración que debe presentarse recoge las rentas obtenidas a lo largo del año pasado.

En relación con la anterior declaración, ya en vigor el nuevo IRPF, las principales novedades derivan del real decreto de junio de 2000 para el estímulo al ahorro familiar.

Plusvalías. Las ganancias obtenidas por la venta de bienes comprados con más de un año de antelación a la fecha de su venta se integran en la parte especial del impuesto (antes se exigían más de dos años). Y su tipo fijo de gravamen pasa del 20% al 18%.

Seguros. Las reducciones de prestaciones de jubilación e invalidez de seguros colectivos percibidos en capital (renta del trabajo) y de los seguros de vida cobrados en forma de capital pasan del 60% al 65% y del 70% al 75%.

Pensiones. La reducción máxima por planes de pensiones se ha elevado y no superará la menor de dos cantidades, el 25% (o el 40% si es un partícipe con más de 52 años) de los rendimientos del trabajo y de actividades; o 1.200.000 pesetas (se incrementa en 100.000 pesetas por cada año de más de 52 que tenga el partícipe con un tope de 2.500.000 pesetas). Asimismo, se eleva el límite por planes a favor de minusválidos (1.200.000 y 2.500.000 pesetas según que el aportante sea un familiar o el minusválido). Se permite una reducción de hasta 300.000 pesetas por planes del cónyuge sin apenas ingresos. Y se habilita a deportistas profesionales para que aporten a una mutualidad de deportistas hasta 2.500.000 de pesetas reducibles por entero.

Exenciones. Hasta 10 millones de pesetas en rentas del trabajo tienen exención para quienes presten servicios en una empresa no residente. Las prestaciones por entierro también están exentas.

En comparación con el desaparecido IRPF, uno de los cambios del nuevo impuesto es gravar la renta disponible. De los ingresos se restan los mínimos personal y familiar (en 2000 son los mismos que en 1999).

Se trata de un mínimo polémico porque se aplica antes de someter las rentas a gravamen. Quien tiene mayor tipo marginal tiene mayor deducción. Antes, las deducciones en la cuota (aunque menores) afectaban a todos por igual. Otro cambio fue la supresión de tramos en la escala y la rebaja de los tipos. Tampoco hay que olvidar la reforma sobre la vivienda habitual. Estas casas ya no generan ingresos (renta presunta). Pero el nuevo método para deducir los gastos de su compra puede ser peor que el antiguo, por lo que se permite una deducción compensatoria del peor trato. En cuanto al régimen de las plusvalías, si en 1998 las primeras 200.000 pesetas no se gravaban (salvo que fueran fondos de inversión), al año siguiente sí. Y ya en 2000 se cambian tipos y antigüedad. Recuerde además que la escala de gravamen para 2000 se ha actualizado. Y también hay que estar atentos a los cambios en las deducciones propias de cada comunidad autónoma.

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