La deuda comercial y de ayuda al desarrollo asciende a 2,1 billones
Los últimos datos oficiales sobre deuda externa elevan a 2,1 billones de pesetas el importe total de las obligaciones financieras que terceros países tienen asumidas frente al Estado español. Sólo un 12% de esta cantidad corresponde a impagos de países pobres y altamente endeudados.
La deuda externa, es decir, la posición acreedora de España frente al exterior, volvió a recuperar, el pasado martes, el protagonismo perdido en la atención de los parlamentarios españoles desde los controvertidos debates de la Ley de Cooperación, allá por la primavera de 1998.
Sus señorías, con los únicos votos favorables del Grupo Popular, aprobaban una proposición no de ley, del partido del Gobierno que, en síntesis, rechazaba la condonación indiscriminada de la deuda y, en línea con las medidas previstas en el nuevo Plan de Internacionalización presentado dos semanas antes por Juan Costa, instaba al Ejecutivo a impulsar una "gestión activa" de la deuda externa, "respondiendo caso por caso a las necesidades de los países deudores", y a continuar con el desarrollo de los programas de conversión de deuda en inversiones españolas, tanto privadas como públicas.
Una deuda externa que los últimos datos oficiales disponibles elevan ya a 2,1 billones de pesetas, de los cuales el 50,37% del total pertenece a la deuda por impagos comerciales cubiertos por el seguro de crédito de Cesce, y un 49,57%, a la deuda por incumplimiento de los pagos de devolución de los créditos concedidos por España con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).
Del importe total de la deuda, el grupo del Gobierno explica en la exposición de motivos de la proposición no de ley que sólo un 12%, es decir, algo más de 200.000 millones de pesetas, corresponde a deuda de países pobres altamente endeudados y, por tanto, susceptible de ser "objeto de una política de cooperación al desarrollo, que debe estar inspirada por principios como el de corresponsabilidad del país deudor".
Hasta la fecha, España como miembro del Club de París, que integra al conjunto de los países acreedores, ha condonado la deuda de tres países, Mozambique, Mauritania y Uganda; y, según el grupo proponente, la condonación del 90% de la deuda comercial de los 32 países incluidos en la Iniciativa HIPC para alivio del endeudamiento de los países más pobres del planeta "supondría para España, en términos nominales, un coste de 647 millones de dólares (1,1 billones de pesetas, aproximadamente", a los que habría que añadir otros 125 millones de dólares correspondientes al 100% de la deuda por impagos en el FAD.
Respecto a los convenios de conversión, único aspecto de la proposición apoyado por la oposición, recordar que España mantiene vigentes programas para inversiones privadas con Marruecos, Bulgaria y Jordania, y otros de inversión pública con Perú, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, El Salvador y la República Dominicana.
Cesce prepara su entrada en Argentina y México
Paralelamente a la gestión activa de la deuda, el Plan de Internacionalización incluye también dos importantes reformas en el seguro de crédito a la exportación por cuenta del Estado al permitir, por un lado, que se pueda aplicar una cobertura de riesgo político a la financiación que las empresas españolas obtienen para proyectos de inversión en el exterior de entidades financieras españolas; y, por otro, la creación de una póliza abierta que asegure al inversor el conjunto de sus operaciones cuando opere en varios países.
En opinión del secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, estas modificaciones "van a suponer mejorar las condiciones financieras de las inversiones españolas en el exterior con recursos en torno a los 30.000 millones de pesetas anuales", aunque en 2001 la cobertura será de unos 10.000 millones.
Pero, además, la política de implantación exterior alcanzará también a la propia Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación (Cesce), que ha incluido, entre sus estrategias, la implantación en todos los países importantes de América Latina.
Cesce está presente ya en Colombia, Perú y Brasil a través de su participación en las firmas locales Segurexpo, Secrex y Aurea, respectivamente. El objetivo inmediato ahora es situarse en Argentina y México, no mediante participación en firmas locales, sino mediante la creación directa de sucursales. Asimismo, su filial Informa prepara un red de información de comercio exterior en todos los países latinoamericanos.