Sony negocia con Ericsson fabricar juntos el nuevo móvil
La japonesa Sony y la gigante sueca de las telecomunicaciones, Ericsson, están negociando una posible alianza en el sector de telefonía móvil. El objetivo de este acuerdo es ampliar su cuota de mercado y reducir los costes de fabricación de equipos de tercera generación.
Ambas compañías están analizando un negocio potencial en el sector de telefonía móvil, pero no se ha decidido nada", declaró ayer el portavoz de Sony, Tetsuo Kanno. Negociaciones que también fueron confirmadas por un portavoz de la sueca Ericsson.
Estos anuncios se produjeron después de que la televisión japonesa Japan Broadcasting NHK asegurase que Sony y Ericsson habían llegado ya a un principio de acuerdo para crear una compañía conjunta en el Reino Unido. Acuerdo que podría ser anunciado la próxima semana.
La cadena de televisión apuntaba, además, que ambos grupos se habrían comprometido a realizar fuertes inversiones y escindirían sus propios negocios de móviles para aportarlos a la nueva empresa conjunta.
La noticia no ha sido una gran sorpresa en el mercado debido a que el pasado junio el director de operaciones de Sony, Kunitake Ando, ya había declarado las intenciones del grupo de convertirse en uno de los primeros fabricantes mundiales de móviles.
Ando precisó que Sony tenía entre un 2% y un 3% del mercado mundial de móviles, pero que el grupo quería multiplicar por 10 esta cuota de mercado a largo plazo gracias a productos innovadores.
Japón será el primer país que estrene la tecnología de móviles de tercera generación, lo que ha originado una serie de alianzas. Así, Fujitsu ha llegado a un acuerdo con Alcatel para redes y Toshiba se ha aliado con Siemens.
Por su parte, Ericsson, que vendió unos 40 millones de teléfonos móviles el pasado año, tiene ya una cuota del 10% del mercado mundial. Pese a esto, el grupo sueco había anunciado a finales de enero su decisión de confiar a subcontratistas todas las actividades de producción de su división de teléfonos móviles, deficitaria desde el segundo trimestre de 2000.
En marzo, Ericsson anunció que suprimiría unos 3.300 empleos en Suecia y Reino Unido y pararía la producción en las dos fábricas británicas de equipos de telefonía móvil.
Algunos analistas habían considerado estas medidas como "insuficientes", augurando una futura alianza con otro fabricante asiático de teléfonos.
Los analistas han recibido con cautela la noticia. Para Masahiro Ono, de UBS Warburg, "ésta sería una buena oportunidad para Sony en la medida en que podría desarrollar sus circuitos de distribución y aumentar su producción".
Sin embargo, a falta de precisiones sobre los detalles financieros del acuerdo, Ono subrayó que todo dependerá del precio que tendrá que pagar Sony por cerrar esta alianza.