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MEDIO AMBIENTE

La OCDE propone eliminar los subsidios a las industrias contaminantes

El mundo industrializado se enfrenta al calentamiento del planeta, la deforestación, la contaminación de las aguas y a la limitación de los recursos pesqueros. Pero la única forma de tratar estos problemas es mesurar el consumo. En su primer estudio sobre el medio ambiente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) propone eliminar subvenciones a la producción contaminante, de modo que el coste repercuta sobre el consumidor.

Ya no es posible defender la separación de la política económica y social de las necesidades medioambientales", aseguró Joke Waller-Hunter, director de Medio Ambiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en la presentación del primer estudio sobre las actuaciones de los países industrializados sobre su entorno.

Cuando el mundo entero anda pendiente de la ratificación del Protocolo de Kioto, que se plantea con vistas a finales de 2002 la reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera en un promedio del 5,2% sobre los niveles de hace 11 años, la preocupación del Environmental Outlook de la OCDE se extiende hasta 2020 para identificar nuevos problemas.

De hecho, el examen de tres sectores industriales -siderúrgico, papelero y químico- ha llevado a la conclusión de que en estos países "prácticamente se han eliminado las emisiones de plomo y de CFC que minaban el ozono, mientras que se han reducido notablemente las emisiones de óxido de sulfuro, monóxido de carbono y de otras partículas". Además, el reciclaje seguirá en aumento en este área y supondrá el 33% de los residuos, frente al 18% actual.

Sectores comprometidos

España no es una excepción en la sensación de que éstos son problemas en vías de superación. El último informe de la Fundación Entorno constata que el compromiso de las industrias químicas y del metal con el respeto a su entorno se sitúa por encima de la media global.

Sin embargo, hay otra serie de problemas cuya gravedad los hará persistir más allá de 2020 y que tendrán consecuencias nefastas sobre el desarrollo de ciertas industrias. Entre ellos resalta la sobrecapacidad pesquera, que inclina al sector al cultivo en piscifactoría. Apunta también la deforestación, ya que para dentro de 20 años la OCDE habrá perdido el 10% de su superficie arbolada. La contaminación de las aguas obligará a mantener bajo estrecha vigilancia los pesticidas y fertilizantes que se utilizan en agricultura.

Pero el cambio climático al que han abocado las emisiones de efecto invernadero es el verdadero quebradero de cabeza, puesto que la OCDE asume que, ratifiquen o no sus países miembros el Protocolo de Kioto, para 2020 éstos habrán aumentado sus emisiones un tercio sobre el nivel actual. La organización propone un cambio de política sobre el consumo de energía y transporte, que son los factores que más contribuyen al cambio climático.

Una simple revisión del pasado le conduce a la reflexión de que sólo se ahorra si duele el bolsillo, por lo que se hace imprescindible la intervención estatal. Fue la crisis del petróleo de los setenta la que logró una importante reducción en el consumo energético y "las más recientes reducciones en el consumo de agua son de mayor calibre en aquellos países que han eliminado los subsidios y han repercutido los costes" del servicio a los consumidores. Una medida que recomienda junto al cobro de licencias, depósitos o impuestos medioambientales, cuya utilidad se prueba ahora en Baleares.

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