Redondo rechaza la invitación del PNV de pactar tras las elecciones
El candidato a 'lehendakari' del PSE, Nicolás Redondo Terreros, descartó ayer en Bilbao cualquier tipo de pacto poselectoral con el PNV, partido al que exigió el abandono del proyecto independentista.
La invitación al entendimiento poselectoral entre el PSE y el PNV después de las elecciones vascas realizada el domingo por Xabier Arzalluz tuvo ayer un eco negativo en las filas del socialismo vasco. Su secretario general, Nicolás Redondo Terreros, aseguró que "difícilmente" podrá alcanzar un acuerdo con el PNV mientras el nacionalismo no abandone las ideas que defendió en el Pacto de Estella, "vuelva al Estatuto de Guernica y olvide la autodeterminación".
Redondo rechazó de esta forma cualquier tipo de acuerdo poselectoral con la actual dirección del PNV, a la que pidió una renuncia "clarísima" a cualquier pacto con el mundo de Herri Batasuna tras las elecciones del 13 de mayo. "Todavía no nos han contestado si van a pactar o no con EH", recalcó Redondo, para quien la intervención de los dirigentes nacionalistas el pasado domingo en el Aberri Eguna tuvo "muy poca claridad, mucha literatura y poca concreción". En opinión de Redondo, el PNV está instalado en el discurso de "la derrota, la desilusión, el miedo y los fantasmas".
El candidato del PP a lehendakari, Jaime Mayor Oreja, coincidió ayer con Redondo en que Arzalluz y la actual cúpula del PNV tienen "moral de derrota". A su juicio, el discurso que pronunció Arzalluz en la celebración del Aberri Eguna fue un presagio de la derrota electoral que va a sufrir su partido el 13 de mayo, porque el nacionalismo "ya no tiene nada que ofrecer"
Mayor insistió en que en el Gobierno que surja del 13 de mayo tendrá que estar representado "lo mejor de la sociedad vasca, la rebelión democrática, Ermua, lo que es el movimiento de los intelectuales, de los jóvenes, que indudablemente están teniendo un papel protagonista en este esfuerzo de regeneración democrática del País Vasco", informa Europa Press.
El PP comenzó antes de Semana Santa a exhibir vallas publicitarias en el País Vasco con el que será el lema de la precampaña electoral, Gana la libertad, sobre una foto de su candidato a lehendakari, Jaime Mayor Oreja.
El lema aparecerá en unas 300 vallas distribuidas por las tres provincias vascas. Cuando comience la campaña, se alterará mínimamente para incluir la palabra vota, aunque el equipo de estrategia electoral del partido aún no ha descartado presentar un segundo lema en esas fechas. Las vallas también se han instalado en zonas conflictivas donde EH tiene fuerza electoral, como es el caso de la localidad guipuzcoana de Pasajes. Algunas ya han sido alteradas y cubiertas por carteles de EH o con pintadas en forma de mira de rifle y con palabras como asesino.
Elorza, por el diálogo
El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, discrepante con la estrategia que defiende su partido, señaló ayer que cualquier táctica frentista o planteamientos excluyentes llevan al País Vasco al "desastre". Además, agrega que "las cosas han ido ya demasiado lejos" y apuesta porque se retome la iniciativa desde la política "con mayúsculas".
"No hay soluciones mágicas y ahora no es el momento más indicado para formulaciones audaces, pero nunca parece llegar la ocasión para intentar diálogos entre las fuerzas políticas sabiendo que, manteniendo los principios democráticos, todos los partidos debieran ceder en algo", señala.
Nueva discrepancia sobre el acuerdo contra ETA
Las direcciones del PP y del PSE volvieron a discrepar ayer sobre el alcance final y la interpretación última del pacto antiterrorista firmado por ambos partidos. El secretario general del PP, Javier Arenas, insiste en que dicho acuerdo impide a los socialistas un pacto poselectoral con el PNV tras las elecciones convocadas para el 13 de mayo.
El secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, señalo que "no es bueno confundir un acuerdo firmado para algo puntual con el objetivo del PSE de liderar el cambio" en el País Vasco.
El dirigente socialista añadió a este respecto que el acuerdo suscrito con el PP fue "para decirle a ETA que no va a conseguir nada, ni antes ni después de las elecciones, y para decirle a los nacionalistas que ésas son las reglas de juego".
"Nadie mezcla esto con otras cosas, salvo Arenas, que nos tiene acostumbrados a algunos deslices sobre la situación del País Vasco que no son buenas", agregó Redondo.
El acuerdo antiterrorista recoge que el abandono definitivo del pacto de Lizarra y de los organismos creados en su seno, como Udalbiltza, es una condición necesaria para la reincorporación del PNV al marco de unidad de los partidos democráticos para combatir el terrorismo, algo que debe hacerse en torno a la Constitución y al Estatuto de Guernica. Esta condición se incluye en el preámbulo del acuerdo, el punto más conflictivo del mismo, el que motivó que fuerzas como Convergència i Unió e IU no llegaran a firmarlo.