Mercosur intenta reforzarse ante la Cumbre de las Américas
Los principales países del Mercosur, Argentina y Brasil, tratan de reforzar la unión aduanera para ganar peso en la negociación del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Ante las medidas excepcionales adoptadas como consecuencia de la crisis, el Mercosur ha reforzado su apoyo al Gobierno argentino para evitar disidencias.
Amenos de dos semanas de que empiece la Cumbre de las Américas, los países miembros del Mercosur intentan reforzar su cooperación autorizando a Argentina a que imponga aranceles especiales "con carácter excepcional y transitorio" debido a la crisis económica que azota al país.
El comunicado también expresa su "respaldo a las medidas que forman parte del programa de competitividad" puesto en marcha por el Gobierno argentino y "reafirma la vigencia de loscompromisos asumidos" para relanzar este bloque comercial regional.
La implantación de aranceles extraordinarios en Argentina fue interpretada co-mo un fracaso del Mercosur por algunos líderes empresariales de la región. Luis Fernando Furlan, presidente de la empresa alimentaria brasileña Sadia y líder del Foro de Líderes Empresariales del Mercosur, declaró hace unos días que la decisión de Argentina hace "que se cuestione si el Mercosur es un proyecto lo suficientemente ambicioso".
Es decir, que quizá los líderes suramericanos deberían volcar todos sus esfuerzos en el ALCA, un ambicioso proyecto que pretende agrupar a todas las economías del continente para crear la mayor zona de libre comercio del mundo.
Dar un impulso al ALCA es, precisamente, la prioridad de la Cumbre de las Américas que se celebrará en Quebec (Canadá) los días 20 a 22 de abril. Una cita que reunirá a 34 jefes de Estado de la región (la excepción será el cubano Fidel Castro) y que figura como clave dentro de la agenda internacional del presidente estadounidense Geor-ge Bush.
El republicano ha pedido al Congreso que le conceda la "autoridad para promoción del comercio", una estatuto que le permitirá sellar acuerdos de libre comercio sin que los congresistas puedan introducir enmiendas. Una herramienta sin la cual ninguno de sus pactos comerciales tiene demasiada credibilidad y que, por ahora, no está claro que consiga.
El ALCA se enfrenta, además, a las reticencias de países tan claves como Brasil, la primera economía suramericana, que prefiere seguir reforzando el Mercosur antes de que se ponga en marcha el acuerdo hemisférico. De he-cho, el subsecretario de Exteriores, José Alfredo Graça Lima, aseguró ayer que el Mercosur podría alcanzar un acuerdo con la Unión Europea antes que el ALCA.
El nuevo ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, declaró hace unos días a la prensa brasileña que Argentina y Brasil, las dos mayores economías de la región deberían entablar negociaciones comerciales con Estados Unidos de forma independiente, algo que ya han hecho Chile y México, entre otros países, pero que podrían mermar el peso de la unión de prodigarse entre sus socios.
Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y con Chile y Bolivia como miembros asociados) es el tercer bloque de libre comercio del mundo y fue creado en 1991. Una corta andadura en la que ya ha tenido que afrontar retos importantes, como la devaluación de la divisa brasileña en 1999 -que provocó serios daños en la balanza exterior de sus vecinos y socios-, y ahora, la crisis argentina.