TotalFina Elf comunica a Rato su interés por continuar en Cepsa
El presidente de TotalFina, Thierry Desmarest, se entrevistó ayer con el vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, al que transmitió los planes del grupo francés para la petrolera española. Desmarest, que iba acompañado por el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, ratificó que su grupo permanece interesado en la segunda petrolera española. Pero también puso de manifiesto su intención de tomar posiciones en el mercado gasístico. Cepsa se ha disparado en Bolsa ante una posible OPA.
El presidente de TotalFina Elf, Thierry Desmarest, se reunió ayer con el vicepresidente económico del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, acompañado por el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, empresa de la que el grupo francés tiene el 44% del capital. Desmarest, que anteriormente había mantenido un encuentro con Pérez de Bricio, transmitió los planes de TotalFina para su filial española.
Según medios consultados, Desmarest ha confirmado el interés del grupo que preside por Cepsa, así como su intención de tomar posiciones en el mercado del gas español. TotalFina ha unido en este año sus intereses en el negocio del gas en España con los de su filial, a través de la integración de Cepsa Comercializadora de Gas y TotalFina Elf Gas & Power. Cepsa, por su parte, ha diseñado a lo largo de los últimos años diversos planes para estar presente en esa área, como la construcción de una nueva inteconexión con la red de gasoductos de Europa.
Ahora lidera una sociedad que estudia la viabilidad de una nueva red Europa-Magreb sin pasar por Marruecos.
Esas conversaciones tienen lugar en un momento en el que Cepsa se despega en Bolsa por los rumores del próximo lanzamiento de una oferta pública de adquisición (OPA). Ayer la compañía que preside Pérez de Bricio repitió su cotización récord del último año, a 12,80 euros por cada título.
El valor más bajo en los últimos 12 meses quedó en 8,65 euros (noviembre del pasado año), mientras que la cotización promedio en el periodo citado fue de 9,6 euros por acción. Y el volumen de negociación ha sido significativamente más elevado en las últimas jornadas que el usual.
Además de TotalFina, en el capital de Cepsa hay otros socios institucionales. En primer lugar, el BSCH, que con su 20% del capital se mantiene como interlocutor ineludible si la francesa opta por aumentar su poder en la petrolera española.
Detrás quedan IPIC, de Abu Dabi, con un 10%, y Fenosa, con un 5%. El 20% restante se reparte entre pequeños accionistas, por lo que la liquidez en Bolsa de la empresa es escasa.
La petrolera francesa -la cuarta mundial tras Exxon Mobil, BP y Shell- está en Cepsa después de la compra por TotalFina de su competidora Elf Aquitaine. Y además de la participación, el nuevo grupo heredó el complejo entramado de holding, que favorece al BSCH y le da derechos políticos superiores a su participación en el capital. Pasado un año largo desde la fusión, el equipo directivo de la compañía resultante -básicamente el mismo que el de TotalFina- no ha movido pieza, aunque los mismos medios indican que se entra ya en esa fase.
La OPA de exclusión que prevén algunos analistas debería contar con el apoyo, por tanto, del BSCH y del resto de los accionistas institucionales. En medios del sector se indicaba que, por la contrario, la entidad bancaria perfilaba tomar mayor peso en Cepsa y fusionarla con Fenosa.
No obstante, estos previsibles planes sólo tendrían futuro en el caso de la hipotética retirada de TotalFina.
El difícil acceso de otras multinacionales a Repsol YPF
Repsol YPF, como ha reconocido recientemente su presidente, Alfonso Cortina, no está libre de ser objeto de una toma de control, de ser "un sujeto pasivo" en un proceso de integración. No obstante, la petrolera líder del mercado español cuenta con dos sólidas barreras protectoras: una acción de oro y dos socios institucionales (La Caixa y BBVA). Y éstos no sólo suman más del 20% del capital, sino que cuentan con potencia suficiente para plantear operaciones defensivas en caso de ofertas que consideren hostiles.
En esta línea, la entrada de otra multinacional tendría que basarse en la negociación con los citados accionistas y con el Gobierno. Sin embargo, en contra de la compañía hispanoargentina está su actual valor en Bolsa. Su capitalización bursátil no refleja su verdadero valor, según los analistas.
Y varias son las empresas, según los expertos del sector, que se interesan por Repsol: la francesa TotalFina Elf, la angloholandesa Shell, la británica BP y la italiana Ente Nazionale d'Idrocarburi. A favor de este último cuenta que su tamaño es el más similar al de Repsol YPF, además de su complementariedad, puesta de manifiesto recientemente por parte del ministro italiano de Industria, Enrico Letta.
El ENI, que tiene en su contra la participación del Estado, quiere crecer, ya que las fusiones que se han materializado en los tres últimos años le han alejado de los líderes. Quiere, asimismo, defender los mercados del sur de Europa.
Una posible integración, en el caso de los otros grupos, plantea un claro problema de dimensiones, Repsol YPF carecería de capacidad para mantener a medio plazo su identidad. Han sido los casos, entre otros, de la belga Petrofina y de la estadounidense Amoco.