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El Instituto de Analistas Financieros aprueba un código de conducta

Los analistas españoles quieren despejar toda sombra de duda sobre su independencia y objetividad. Ante la creciente influencia que ejercen sobre la evolución de los mercados, el Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) presentó ayer su nuevo régimen de conducta.

El nuevo régimen de autogobierno persigue la mejora en la eficiencia de los mercados financieros y de capitales ante la influencia cada vez mayor de los analistas", señaló Aldo Olcese, presidente del IEAF. La presentación estuvo presidida por el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato.

El régimen, vigente desde el 23 de enero, es pionero en Europa en la regulación de la profesión. Los 1.400 miembros del instituto se comprometen a cumplir ciertas normas que abarcan tres áreas fundamentales. Cumplirán unos requisitos de formación y capacitación técnica, seguirán un código de ética profesional y se someterán a un régimen de sanciones en caso de incumplimiento.

En el caso de cometerse alguna irregularidad, las denuncias podrán dirigirse al defensor del inversor o a un comité de ética que evaluará el caso e impondrá sanciones. æpermil;stas no serían económicas sino amonestaciones o bajas en la asociación.

"Creemos en los principios de autorregulación, especialmente en aquellos países donde la estrategia política liberalizadora dificulta el papel de los organismos reguladores", añadió Olcese. El IEAF espera que con el tiempo la Federación Europea de Asociaciones de Analistas Financieros (Effas) adopte este método de regulación.

Código ético

El código de ética y conducta profesional pretende incidir en la independencia, objetividad y confidencialidad de los analistas, aspectos que han sido cuestionados, sobre todo en EE UU, cuando estalló la burbuja de los valores tecnológicos.

Dentro del propio mercado se reconoce que los conflictos de intereses a los que se enfrentan estos profesionales han provocado que en numerosas ocasiones se conviertan en instrumentos comerciales, adulterando la profesión.

Entre las novedades que incluye el código destaca el principio de no injerencia de otras actividades financieras en el análisis, es decir evitar traspasos de información que generen conflictos de interés. En este sentido, se trata de evitar que el interés de la banca de negocios de las firmas distorsione las recomendaciones del equipo de análisis.

Otra novedad será que los miembros deberán distinguir en sus análisis las estimaciones resultantes de los datos fundamentales de la empresa de aquellas derivadas de la coyuntura del mercado.

El código también aborda la relación con los medios de comunicación. Aprueba la libertad de expresión siempre que la información se pueda respaldar y no rompa los principios del secreto profesional.

Con el objetivo de fomentar la transparencia, el IEAF ha propuesto la creación de un registro voluntario de analistas en la CNMV que asegure el cumplimiento del régimen de conducta.

El proyecto es muy ambicioso, pero el propio Olcese reconoció que se conformaría si terminase con el 10% o el 15% de las irregularidades que se cometen en la actualidad.

 

La unificación contable en la UE, más cerca

El Instituto Español de Analistas Financieros está colaborando en un proyecto que tiene como objetivo la homologación europea de las normas contables de las empresas.

La iniciativa, un paso más hacia la unificación de los mercados de Europa, ya ha recibido la aprobación de la Unión Europea, que ha establecido un periodo de adaptación hasta 2005.

Una de las ventajas del nuevo sistema será facilitar la entrada de las compañías europeas a los mercados estadounidenses.

"Hubo que vencer las reticencias de la Bolsa de Nueva York", señaló Olcese. Las empresas europeas deberán adaptar su método contable a las normas del IASC (International Accounting Standard Committee) y se espera que con el tiempo el sistema tenga alcance mundial. Las empresas europeas que en la actualidad cotizan en Estados Unidos utilizan dos sistemas contables.

La nueva normativa fomentará la transparencia y eliminará la injerencia de los Gobiernos en los estándares contables utilizados en cada país.

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