El Banco Mundial reclama a España que cambie el sistema de pensiones
La reforma de las pensiones que cerraron el viernes el Gobierno y CC OO -y que está pendiente de la adhesión de CEOE y UGT- es insuficiente, según el responsable de protección social del Banco Mundial, Robert Holzmann. A su juicio, debería haber abordado la necesidad de tener en cuenta toda la vida laboral para calcular la pensión (ahora sólo se computan los 15 últimos años cotizados). El acuerdo firmado relega hasta el año 2003 esta discusión.
España gasta en la actualidad el 9,4% del producto interior bruto (PIB) en el pago de pensiones. El envejecimiento de la población española en las próximas décadas situará en el año 2040 este porcentaje del gasto en pensiones sobre el PIB en el 17,7%, lo que hace prácticamente inviable el sistema tal y como se conoce hoy, y exige reformas orientadas a recortar este gasto.
En particular, el director del Departamento de Protección Social del Banco Mundial, Robert Holzmann, que pronunció ayer una conferencia organizada por la Fundación Ramón Areces, opinó que la reforma del sistema español debería haber abordado la necesidad de alargar a toda la vida laboral los años que se tienen en cuenta para calcular la pensión y no los últimos 13 años, como ocurre en la actualidad, que se elevarán a 15 años a partir del 1 de enero de 2002.
En su opinión, esta ampliación de los años para el cálculo de la pensión disminuirá su cuantía de la prestación en la mayoría de los casos, pero hará el sistema más contributivo, ya que "cada uno se llevará sólo lo que ha aportado y no más ni menos", dijo.
Holzmann señaló que España debería adoptar cuanto antes un sistema de pensiones similar al alemán, en el que a cambio del mencionado recorte de la cuantía de la pensión, el Estado compensaría al trabajador con aportaciones voluntarias a un plan de pensiones privado. Dicho esto, el responsable del Banco Mundial también se mostró partidario de algunas modificaciones del actual sistema de reparto que, aunque menguado, se mantendría. Así, abogó porque el Estado lleve un historial individualizado de las aportaciones de cada trabajador y se le comunique a éste qué pensión está devengando, según su contribución. En su sistema, que denominó "de aportación y prestación definida", el Estado concedería un interés anual a las contribuciones de cada trabajador y al final de la vida laboral dividiría la cantidad total aportada entre la expectativa de años de vida, de ahí saldría la pensión.
Reproches de Méndez a Fidalgo
El secretario de UGT, Cándido Méndez, reprochó ayer la actitud del otro sindicato mayoritario, CC OO, por firmar en solitario el acuerdo de pensiones con el Gobierno, lo que calificó de "insólito". Es más, aseguró que Comisiones Obreras "necesitaba un acuerdo en pensiones para desechar definitivamente un paro general contra el Gobierno del PP".
Una vez lanzada la piedra, Méndez suavizó sus acusaciones al reiterar su voluntad "muy alta y muy profunda" de mantener la unidad de acción entre UGT y CC OO.
En cualquier caso, el órgano de dirección de UGT tiene previsto arrojar mañana alguna luz sobre si se adhiere o no al pacto de pensiones, o pide más tiempo para estudiar el documento. Méndez aseguró ayer que el texto contiene "ambigüedades peligrosas". A su juicio el documento aceptado por CC OO "no deja nada claro" si a partir del 2003 el Ejecutivo ampliará unilateralmente el periodo para calcular las pensiones de los 15 años actuales a toda la vida laboral o negociará este punto.
El comité ejecutivo de la CEOE, también decidirá mañana en una reunión extraordinaria si se suma o no al acuerdo. El mayor obstáculo para la patronal es la financiación de las cotizaciones del trabajador hasta los 65 años en las jubilaciones anticipadas.