El banco emisor cree que la debilidad del real es un riesgo para la inflación
La debilidad del real brasileño empieza a preocupar al banco central, que reconoce que la depreciación "está poniendo en peligro" el objetivo de inflación del 4,2% para 2001. Un dólar se pagó ayer a 2,157 reales, frente a la media de 1,81 reales por dólar del último trimestre de 2000.
"El real ha empezado a reflejar el deterioro del escenario internacional. En especial, las incertidumbres sobre el alcance de la desaceleración económica estadounidense y la preocupante crisis de mercados emergentes tan importantes como Turquía y Argentina", afirma el banco en un comunicado del comité de política monetaria.
Precisamente la situación en Argentina es una de las principales preocupaciones del banco: "Dos cambios en el Ministerio de Economía en me-nos de un mes no contribuyen a a mantener los niveles de confianza". Otro de los factores que pueden afectar al IPC y a la moneda es la volatilidad de los precios del petróleo, que la entidad cree que "no se resolverá a corto plazo, por las expectativas de que la OPEP vuelva a recortar su oferta.
La entidad informa de que el IPC acumulado de enero y febrero experimentó un crecimiento del 1,03%, frente al 0,75% que subió en los dos primeros meses de 2000. Con todo, la autoridad monetaria mantiene la previsión de inflación del 4,2% para 2001 e incluso rebaja del 3,82% al 3,75% la previsión para 2002. Aun así, el banco reconoce que "la actual evolución de la moneda, dada la aceleración de la economía [que crecerá el 4,2%, según el ministro de Economía, Pedro Malan] puede contagiarse a los precios y subir el IPC". En previsión, el banco central decidió incrementar la tasa básica de intereses (Selic) al 15,75% por año.
El desequilibrio comercial
La coyuntura internacional continúa perjudicando al déficit comercial, endémico en el país. Los dos primeros me-ses del año arrojan un balance negativo. En los dos primeros meses de 2001, el déficit comercial creció 360 millones de dólares (66.600 millones de pesetas) respecto al mismo periodo del año pasado. El banco espera que el saldo negativo se alivie durante el segundo y el tercer trimestre gracias a los envíos de productos agrícolas. La autoridad reconoce que el balance final dependerá "del rumbo que tome el tipo de cambio". Las importaciones crecieron el 18,4%, frente al 13,8% de las importaciones.
Brasil esperaba que la desaceleración de EE UU se tradujese en una depreciación del dólar y una mejora de la competitividad de los productos brasileños. Sin embargo, las cuentas no le están saliendo.