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El Gobierno ultima un pacto con PSOE y CiU sobre financiación autonómica

Gobierno, PSOE y CiU han acercado sus posiciones y ultiman un pacto político para sacar adelante el nuevo modelo de financiación autonómico que deberá entrar en vigor en 2002.

La idea del vicepresidente económico, Rodrigo Rato, es dejar atado un compromiso político de partida con el principal partido de la oposición y con los nacionalistas catalanes antes de entrar en la discusión técnica sobre porcentajes y tipos de impuestos.

De esta forma la labor técnica del secretario general de Política Fiscal y Territorial, Antonio Beteta, ha pasado a un segundo plano, mientras la punta de lanza la lleva desde Hacienda el secretario de Estado, Enrique Giménez-Reyna, con reuniones semanales con responsables del PSOE, entre ellos el portavoz socialista de Economía, Jordi Sevilla.

El PSOE ve con buenos ojos también la idea de un pacto político que permita la inclusión de las comunidades autónomas que decidieron en 1997 no sumarse al actual modelo de financiación. æpermil;s-tas fueron Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura, las tres con Gobiernos socialistas. Según Hacienda, sólo en 1998 (último año con liquidación cerrada) estas tres comunidades dejaron de ingresar 43.000 millones de pesetas por quedarse fuera del sistema pactado en 1997. La negociación con el PSOE ha reducido las críticas del Gobierno al primer partido de la oposición. Críticas que alcanzaron su tono más elevado en la pasada campaña electoral. Hacienda está dispuesta también a estudiar la revisión del censo de población y a contemplar el dinero adeudado a las comunidades.

El PSOE ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que, junto a la cesión de algunos impuestos especiales, como el que grava el consumo de tabaco, la matriculación de vehículos, las primas de seguros y el consumo de electricidad, se acompañe también de la cesión de su capacidad normativa, asunto que está estudiando el Gobierno. El PSOE apuesta también por la cesión del IVA en su tramo minorista, algo en lo que Hacienda encuentra dificultades técnicas.

CiU también se ha sumado a la carrera para lograr un pacto. Los nacionalistas catalanes ven con buenos ojos la incorporación de la financiación sanitaria en el modelo global y el diseño de un sistema que no tenga que ser modificado cada cinco años. No obstante, quieren, antes de salir en la foto, que Rato concrete más el modelo de financiación del Gobierno, especialmente la compensación entre comunidades y la cantidad de dinero que Hacienda pondrá sobre la mesa para repartir. Piden también al Ejecutivo que aproveche para publicar las "balanzas fiscales" por comunidades.

Los nacionalistas canarios, socios del Gobierno en el Parlamento, están negociando, por su parte, la posibilidad de que las "islas afortunadas" gocen de un estatuto financiero especial, que recoja sus especificidades, similar al existente en la UE con las regiones ultraperiféricas. Desean también que se garantice que no perderán con el nuevo modelo.

 

Los municipios deberán esperar un año

Otros de los asuntos en los que hay un principio de acuerdo entre PP, PSOE y CiU es en no abordar la negociación sobre la reforma de la financiación local hasta que no esté cerrada la autonómica, a pesar de las presiones ejercidas por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que el diálogo se efectuase en paralelo este año.

Aun así, el PSOE mantiene una clara discrepancia en lo que considera "falta de acción" del Gobierno en arbitrar una solución que compense a los ayuntamientos por la futura supresión del impuesto de actividades económicas (IAE). De hecho, esta semana presentará una iniciativa en el Congreso, en la que propone una "fórmula transitoria". Consiste en que los pagos del IAE puedan sean deducibles en la cuota del impuesto de sociedades o del IRPF, en el caso de pymes y jóvenes autónomos. Ayuntamientos como el de Madrid, han pedido que los municipios participen también de los ingresos del IRPF.

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