Múgica asegura que no recurre la Ley de Extranjería para ser neutral
El defensor del pueblo, Enrique Múgica, reivindicó ayer su independencia y argumentó que la decisión de no recurrir la Ley de Extranjería al Tribunal Constitucional está motivada por el deseo de salvaguardar, precisamente, la neutralidad.
Una semana después de renunciar a recurrir al Constitucional la Ley de Extranjería, paso que sí han dado el PSOE y ocho Parlamentos autonómicos, Enrique Múgica compareció ayer ante los periodistas para justificar su decisión y despejar cualquier sombra de sospecha sobre su entrega a los intereses del Gobierno de José María Aznar. El Defensor del Pueblo proclamó su independencia y argumentó que ha evitado el recurso para garantizar, precisamente, su neutralidad.
Múgica considera que de haberse sumado a los otros recursos presentados ante el Constitucional hubiera incurrido en implicaciones políticas y violado la independencia de la institución a la que representa. En un reproche que cabe entender como dirigido de forma implícita al PSOE, interpretación que no desmintió, el defensor señaló que no podía jugar sin fundamento a la presentación del recurso aceptando que "si sale con barba San Antón y si no la purísima Concepción".
Este lance humorístico no sirve para definir el tono en el que transcurrió la rueda de prensa, tenso en los momentos en que se le preguntó por la imparcialidad con la que ha obrado y también por la continuidad de su militancia socialista cuando abandone la institución. Múgica eludió precisar si volverá a pedir el carné del PSOE, partido del que era veterano militante antes de aceptar el ofrecimiento de José María Aznar de convertirse en defensor del pueblo hace ahora nueve meses. "Son problemas personales y mis intimidades no deben ser objeto de reflexiones desgarradoras", comentó al respecto.
También señaló que su independencia en el ejercicio del cargo está avalada por su elección parlamentaria con mayoría de tres quintos y por un periodo de cinco años.
El pasado viernes, Múgica habló con el portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, al que agradeció la "crítica moderada" que le dirigió una vez conocida su decisión de no recurrir la Ley de Extranjería. Caldera afirmó ayer que su partido nunca superará el límite de la "erosión del sistema" al criticar al defensor y acusó a Aznar de "perjudicar" a esta institución con su "defensa cerrada" de Múgica.
Sensibilidad de izquierda
Tampoco considera el defensor que haya herido la sensibilidad de los ciudadanos de izquierda al eludir la presentación del recurso. Para respaldar esta impresión utilizó el último barómetro del CIS, en el que el 79% de los consultados condiciona la entrada de inmigrantes a España a la tenencia de un contrato de trabajo.
Múgica, rodeado de sus adjuntos y asesores, reiteró que tras el análisis de los estudios jurídicos a los que ha tenido acceso, la Ley de Extranjería es constitucional porque determinados derechos fundamentales, como los de sindicación y huelga, sólo deben reconocerse a los ciudadanos españoles salvo que la ley o los tratados internacionales los amplíen a los extranjeros.
La Ley de Extranjería actualmente en vigor no reconoce estos derechos, como tampoco los de reunión, asociación y manifestación, a los inmigrantes sin papeles. Hasta el defensor llegaron 672 peticiones individuales y de 99 colectivos para que recurriera la norma al Constitucional. Entre estos últimos figuran siete sindicatos y 20 organizaciones no gubernamentales.
Ni Múgica ni sus adjuntos tienen garantizado que el Gobierno tomará en cuenta las 13 recomendaciones que han formulado para modificar la ley, aunque ayer advirtieron que se mantendrán "vigilantes" y seguirán la evolución de la norma.