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Alierta pone fin a la era Villalonga con la remodelación del consejo

César Alierta puso fin ayer a los últimos lazos que le unían a su predecesor en Telefónica, Juan Villalonga, con la remodelación del consejo. Del máximo órgano de administración sale un hombre muy próximo a Villalonga, Alberto Cortina, vinculado con él en la polémica investigación por presunto uso de información privilegiada. También dejará su silla José María Mas, otro hombre de confianza del ex presidente, así como Carles Vilarrubí. Sus sustitutos proceden del mundo de la empresa y de la Bolsa y son Carlos Colomer, Alfonso Ferrari y Antonio Alonso.

Los ejecutivos más cercanos a Villalonga, Luis Martín de Bustamante y Manuel García Durán, fueron los primeros en salir de Telefónica cuando el nuevo presidente, César Alierta, tomó las riendas de la compañía. Después le tocó el turno a Martín Velasco, consejero de la operadora y también muy próximo al ex presidente, con quien colaboró en la compra de Olé, sociedad de la que era accionista. Como amigo personal de Villalonga y compañero en determinados negocios sólo quedaba ya en el consejo Alberto Cortina. Y ayer presentó su dimisión, después de llegar a un acuerdo con César Alierta.

La salida de Alberto Cortina estaba descontada desde que Alierta llegó a la presidencia y el retraso en hacerse oficial sólo se ha debido al interés del propio interesado en intentar agotar su mandato. No lo ha conseguido y al final ha tenido que asumir un cese negociado. En la nota oficial que anunciaba ayer los cambios aprobados por el consejo de administración, Telefónica aseguraba, sin embargo, que Cortina presentó su dimisión el mismo día en que Alierta llegó a la presidencia.

Pero el copresidente del Banco Zaragozano no se irá solo. En su salida le acompañará el consejero y secretario, José María Mas, un hombre también muy cercano a Villalonga. Mas mantiene su silla en el máximo órgano de administración de Telefónica Móviles, aunque ya no tendrá ninguna labor ejecutiva. Y la última baja corresponde a Carles Vilarrubí, uno de los seis independientes que apoyaron a Villalonga en la fallida fusión con KPN, pero que sigue vinculado al grupo como consejero de Antena 3.

Como sustitutos, Alierta ha escogido a profesionales del mundo de la empresa y de los mercados de valores. El más implicado con Telefónica será Antonio Alonso, ya que asume el puesto de Mas tanto de consejero como de secretario. Alonso es un experto en la legislación de los mercados de valores, ya que desempeñó el cargo de director general jurídico de la CNMV en tiempos de Juan Fernández-Armesto.

Los nuevos consejeros independientes son Carlos Colomer, consejero delegado del grupo Colomer, vinculado durante 20 años con la multinacional Revlon, y Alfonso Ferrari, cuyos cargos más relevantes han sido una dirección general en el Banco Urquijo y la presidencia de la firma de valores y Bolsa Beta Capital.

El objetivo de César Alierta es "profesionalizar e internacionalizar" el consejo, según sus propias palabras, aunque las modificaciones también reflejan su interés en tener consejeros de bajo perfil y poca vinculación política.

En el punto de mira quedan ahora el presidente de Telepizza, Pedro Ballvé, y el consejero independiente Gaspar Ariño, que abandonarán el directorio en la próxima reunión, según fuentes cercanas a la compañía, una vez que Alierta haya decidido quiénes serán sus sustitutos.

Con estos cambios, Alierta podrá presentar en la junta de accionistas un consejo totalmente remozado y diseñado por él, que ha elegido personalmente y tras una profunda reflexión a los sustitutos.

A la vez, el presidente de Telefónica también ha introducido cambios en la operativa impuesta por Villalonga, como lo demuestra el desmantelamiento de Miami, el menor interés en Internet, las drásticas reducciones del gasto y la cancelación de las salidas a Bolsa. Todo ello, igual que la remodelación del consejo, al ritmo pausado, pero firme, que le caracteriza.

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