El BCE anuncia un menor crecimiento en la zona euro
La sombra de la recesión económica norteamericana ya ha llegado a Europa, y además de a los mercados, ha enfriado las previsiones de crecimiento y ha hecho reaccionar a las autoridades. Ayer el economista jefe del BCE, el alemán Otmar Issing, adelantó que se revisarán a la baja las previsiones económicas de la zona euro. La divisa europea cayó al mínimo del año, 0,88 dólares.
Durante toda la mañana de ayer circuló en los mercados financieros la posibilidad de que el Banco Central Europeo hubiese convocado una reunión urgente de gobernadores para analizar la marcha de los mercados y los efectos de la crisis estadounidense sobre Europa. Pero esta posibilidad fue desmentida por el economista jefe del BCE, el alemán Otmar Issing.
Sin embargo, el miembro germano en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo admitió que la "situación económica internacional se está deteriorando notablemente", y que "el BCE corregirá a la baja las estimaciones de crecimiento que tiene para la zona euro", tras conocer los indicadores de confianza y consumo de algunos países en las últimas semanas.
Hasta ahora, las autoridades políticas, económicas y monetarias del Viejo Continente descartaban públicamente que la contracción de la actividad en Estados Unidos tuviera un efecto inmediato y fuerte sobre la economía europea. El propio presidente del BCE, Wim Duisenberg, fundamentaba este aserto en el argumento de que la exportación europea no se dirigía masivamente a Estados Unidos.
Otmar Issing dijo ayer en Francfort, en un coloquio organizado por el Dresdner Bank, que "los datos procedentes de Estados Unidos y de Japón suponen un deterioro serio de la situación mundial, el clima actual no tiene nada que ver con el existente cuando nosotros [el BCE] hicimos las proyecciones macroeconómicas en diciembre pasado. Creo que debemos corregirlas a la baja".
El jefe del departamento de economía del BCE no dio pistas sobre tipos de interés. æscaron;nicamente comentó que "las presiones internacionales sobre los precios en Europa van a ceder sensiblemente en los próximos meses", y dijo que "los tipos de interés están siempre para combatir las amenazas que planean sobre la estabilidad de precios".
A su juicio, en los próximos meses la inflación en la zona euro cederá sustancialmente. Mientras tanto, los tipos de interés oficiales están en el 4,75% y podrían sufrir modificaciones en la próxima reunión del BCE, el jueves.
Mientras las autoridades económicas europeas admitían los efectos de la recesión americana, la divisa europea descendió bruscamente en los mercados de capitales hasta el cambio mínimo del año, 0,884 dólares. El descenso paulatino de la divisa europea desde los 0,95 dólares alcanzados en las primeras semanas del año se inició con la reacción de la Reserva Federal de bajar tipos de forma consistente para reactivar la demanda en Estados Unidos, y se intensificó notablemente en la jornada del miércoles de esta semana por la aparición del indicador de confianza empresarial alemán.
Además, la producción industrial cerró el año 2000 con crecimientos muy limitados y con la amenaza de recorte de crecimiento en Francia.
La previsión oscilaba entre el 2,6% y el 3,6%
La estimación de crecimiento económico que presentó públicamente el Banco Central Europeo en el mes de diciembre para este año oscilaba para la zona euro entre el 2,6% y el 3,6%, y lo rebajaba, respectivamente, una décima para el año 2002. Estas estimaciones, según reconoció ayer Issing, se hicieron en un escenario mundial mucho más positivo que el actual, y, por ello, deben ser revisadas. Tal corrección a la baja se presentará seguramente este mismo mes, aunque la idea inicial del BCE era hacer proyecciones sobre actividad y precios dos veces en cada ejercicio.
Cuando el 20 de diciembre pasado el BCE presentó estas proyecciones macroeconómicas, el propio banco les dio poca trascendencia para evitar que los mercados interpretaran que establecían objetivos, cuando el único que mantiene es lograr devolver la inflación por debajo del 2% en la zona euro. De revisar las proyecciones de crecimiento, se mantendrá la horquilla.